domingo, 12 de marzo de 2023

Cuando Antolín salió huyendo de Reinosa


El 12 de marzo de 1987 a las ocho y media de la mañana 300 antidisturbios armados con hachas y porras, y pegando tiros entraron en La Naval de Reinosa dispuestos a rescatar a Enrique Antolín que un día antes había sido retenido tras conocerse la noticia de un expediente de regulación de empleo que implicaría casi 500 excedentes para Forjas y Aceros de Reinosa, factoría conocida en la comarca como La Naval y motor del desarrollo de la zona.

La Guardia Civil empezó a actuar. Se sucedieron los palos y las carreras por el interior de la fábrica, se dispararon botes de humo y pelotas de goma indiscriminadamente. Parte de los trabajadores se hicieron fuertes en los talleres y se defendieron con lo que pudieron. La sirena tradicionalmente utilizada para avisar a la población en caso de algún incendio o catástrofe sonaba incesantemente; el pueblo entero empezó a tener constancia de la gravedad de los hechos que están ocurriendo.

Paralelamente junto a la estación se produjeron enfrentamientos entre jóvenes estudiantes de los institutos del pueblo, hijos de trabajadores de Forjas y Cenemesa en su mayoría, y efectivos de la guardia civil. La crudeza de la batalla campal se extendió mas allá de la factoría. Al lugar acudieron trabajadores de la factoría y más vecinos. El pueblo entero se sintió atacado e invadido y cerca de 10.000 personas se enfrentaron a tres centenares de guardias civiles que aún con sus pelotas de goma, sus botes de humo y una violencia desmedida no consiguieron amilanar a la población, que resistió bravamente sin retroceder. Ese día dejó una estampa que muchos jamás olvidaremos: los pikoletos tuvieron que salir del pueblo pañuelo blanco en mano.


 

miércoles, 2 de noviembre de 2022

Los alimentos de las ánimas: Kastañarre Eguna


Si el 31 de octubre fue la Noche de las ánimas (Arimen gaua euskaraz ) hoy 2 de noviembre se celebra el Día de las ánimas (Arimen eguna euskaraz). El Día de Ánimas, en Eibar era antigua costumbre comer y beber en la taberna hasta emborracharse. Y también, comer castañas asadas juntos chicas y chicos. La costumbre de comer castañas asadas con motivo de las festividades de las Animas, ha sido común en toda la zona norte de la Península. Así mientras nosotros le llamábamos "kastañarre-eguna", los catalanes le llaman "castanyadas", en Galicia "magostos" y en Asturias le llaman "maguestu" al rito de comer en cuadrilla, castañas asadas con sidra dulce por estas fechas.

Con el tiempo fueron también apareciendo nuevos productos alimenticios mas elaborados: en Ciudad Real los "tostones"; en Andalucía las tortas o "dobladitas" en Cuenca "los roscos" que los padrinos y madrinas regalaban a sus ahijados; en Cataluña "los panellet" dulce compuesto de harina, almendras, azúcar, huevos y adornados con piñones; en Castilla-La Mancha en general las "gachas dulces" y los "puches" parecidos a los descritos para Cataluña y en Albacete llamaban "nuegados". En La Sagra (Toledo) se hacían para tal fecha unos panes en forma humana.

Pero si todos estos alimentos señalados hasta aquí son alimentos que se toman en honor de los difuntos, existía toda una suerte de alimentos que eran para los difuntos, esto es que estaban destinados a los difuntos. Así, en varias zonas de Francia como en Ariège y Rousillon, en tal día se comen castañas y se dejan unas cuantas encima de la mesa y en peldaños de la escalera, "para los difuntos". Igual costumbre había en Portugal. Se consideraba que el difunto, en tales fechas, volvía a visitar su hogar y por ello se les dejaba alimentos. En muchas casas del campo de Ibiza se les dejaba una luz encendida y comida sobre una mesa, especialmente granadas y piñones, ambos frutos abiertos, para que al comerlos, los familiares difuntos que venían de visita hicieran el menor ruido posible y no despertaran a los vivos que dormían tranquilos.

En muchas zonas de todo América en tal día se prepara el plato preferido por el difunto. En Tucumán (México) se deja en una habitación. Al día siguiente se lo comen sus deudos "aunque está ya sin la sustancia" que la habían tomado los difuntos. En otras zonas se les coloca encima de las tumbas. No está tan lejos lo que en toda la península se hacia, que era colocar un pan sobre la tumba de la familia en la iglesia. Según me contaba una persona de Amezketa, el pan que ellos llevaban a la iglesia para poner sobre el "yarleku", una vez terminada la misa se la quedaban para los sacerdotes, sacristán y serora y aunque el peso era el mismo, ya no era igual "pues ya no tenia sustancia" que era la que se lo quedaban las Animas.

Fuente: Euskonews

sábado, 15 de octubre de 2022

Lasa eta Zabala in memorian


El 15 de octubre de 1983 dos chavales, Joxean Lasa y Joxi Zabala, fueron secuestrados en Francia por guardias civiles españoles de paisano. Les llevaron a Donostia donde, bajo las órdenes del entonces comandante de la guardia civil Enrique Rodríguez Galindo y con la colaboración activa del gobernador Julen Elgorriaga, les torturaron brutalmente durante varios días.

Sus cuerpos quedaron tan destrozados que Rodríguez Galindo ordenó que les matasen e hiciesen desaparecer sus cuerpos. Los llevaron en coche a Bussot, Alicante, donde, en un descampado, les pegaron tres tiros en la cabeza y los enterraron en cal viva para que sus restos desapareciesen.

Dos años después, un cazador encontró por casualidad aquellos restos. El forense que los estudió, alarmado por las huellas de la brutalidad que habían recibido aquellos cuerpos, decidió guardarlos en una cámara en lugar de enterrarlos. Casi diez años después pudieron identificarlos. Eran los de Joxean Lasa y Joxi Zabala.

Estaban acusados de pertenecer a ETA. Nunca les juzgaron. Nunca se demostró. Lo que sí se juzgó, en 1999, fue la actuación criminal de Rodríguez Galindo, Elgorriaga y los guardias civiles que les torturaron y asesinaron. Todos fueron condenados. Algunos a penas superiores a 70 años. Hoy, todos están en la calle. Rodríguez Galindo solo estuvo cuatro años en la cárcel. El caso de Lasa y Zabala fue el primer caso de los GAL, la guerra sucia del Estado español contra ETA y el independentismo vasco.

Herriak ez du barkatuko!!

sábado, 30 de abril de 2022

La roja enseña de la victoria



Hoy 30 de abril se conmemora el aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi. La imagen del izamiento de la bandera soviética sobre el el Reichstag es una de las imágenes mas importante del Siglo XX pues es el símbolo del fin del conflicto mas sangriento de la historia de la humanidad.


La prensa y los historiadores burgueses nos hablan de la Segunda Guerra Mundial como si ésta y todas las guerras, surgieran de forma espontánea. Tratan de eludir la responsabilidad que tuvo el capitalismo en el desencadenamiento de ella, que costó la vida a cerca de 60 millones de personas; y ocultan el aporte decisivo de la URSS en la derrota del fascismo.

Hitler no subió por sus propio medios al poder. El capitalismo alemán e internacional subsidiaron al Partido Nazi y financiaron la campaña electoral de Hitler: lo auparon al poder. Las potencias imperialistas, pasando por encima del Tratado de Versalles, permitieron el rearme alemán. Inglaterra y Francia entregaron a Hitler en 1938 primero Austria, y en la conferencia de Múnich, Checoslovaquia. A los países imperialistas les unía el anticomunismo y por tanto su intención era aniquilar al único país socialista: la Unión Soviética. Inglaterra, Francia y Estados Unidos querían que esta misión la cumpliese la Alemania nazi.

Nada más producirse la agresión alemana a la URSS, el gobierno soviético encabezado por Stalin no dudo en entregar armas al pueblo, en las fábricas y en el campo y fue la URSS con su Ejército Rojo quien aportó un sacrificio incomparablemente superior al realizado por los países aliados en la contienda, salvando así a la humanidad del fascismo, al precio de veinte millones de vidas. De éstas, más de la mitad fueron asesinadas en campos de exterminio, y más de cuatro millones de comunistas militantes soviéticos inmolaron su vida en defensa de la patria socialista.

La burguesía nos oculta que las dos guerras mundiales del siglo XX han sido obra del imperialismo, así como la guerra del Vietnam, la de Irak, la de Siria y la invasión de Afganistán y de Libia por la OTAN brazo armado del capitalismo, que no puede vivir sin guerras como bien demuestra la actual guerra de Ucrania.

martes, 26 de abril de 2022

85 años del bombardeo de Gernika. No olvidamos la barbarie fascista


Fue un día como el de hoy, de hace 85 años cuando sucedió la barbarie. Era lunes 26 de abril de 1937, apenas pasaban unos minutos de las cuatro de la tarde cuando las primeras bombas empezaron a silbar por el cielo de Gernika. Aviones alemanes de la Legión Cóndor junto con aviación italiana, ambos aliados del General Franco en su lucha contra la República, lanzaron durante tres horas sus explosivas cargas contra la indefensa población civil.


La gente se resguardaba donde podía, salía despavorida rumbo a los campos alejados de la ciudad, muchos acudieron a los refugios antiaéreos, construidos con acierto poco antes por el temor de correr la misma suerte que la vecina localidad de Durango (bombardeada el 31 de marzo y en donde murieron más de 300 personas), algo que en efecto sucedió.

En solo unas horas toda la ciudad había quedado reducida a cenizas, destrozada, humillada. Las bombas incendiarias no cesaron de caer sobre las impotentes gentes que se encontraban en Gernika, y tras el bombardeo, quedaba lo peor, ver como el fuego arrasaba con lo poco que quedaba en pie.

Se estima entre 150 y 250 el número de civiles muertos en el bombardeo. No fue una operación contra objetivos militares, no fue un ataque de ejército a ejército dentro de una guerra, este bombardeo, al igual que el de Durango, fue un ataque premeditado contra población civil indefensa y desarmada. Fue un campo de pruebas para la aviación alemana de cara a comprobar los efectos de su poderosa artillería para una futura guerra que estaba ya muy próxima. En definitiva, este bombardeo fue una matanza de inocentes, las bombas se lanzaban por igual contra mujeres, niños, ancianos y todo tipo de personas humildes, trabajadoras que estaban al margen del conflicto. Franco así lo quiso.

A partir de entonces Gernika no volvió a ser la misma, ya que aquella gran herida nunca llegó a curarse totalmente por que jamás se ha hecho plena justicia, ni con Gernika, ni con Durango, ni con todas las atrocidades perpetradas por el ejército sublevado del bando nacional.


Fuente: El azote del tirano

miércoles, 5 de enero de 2022

¿Sabíais que el Roscón de Reyes no tiene nada que ver con la navidad?


El roscón de Reyes, este tradicional bollo navideño, esconde mucho más que un muñeco de cerámica o una legumbre en su interior, y es que existe una larga historia que nada tiene que ver con el cristianismo ni la llegada de los Reyes Magos.

Su historia se remonta a los romanos y a una tradición nada religiosa. Para ser exactos, este dulce se asocia a 'Las Saturnales', unas fiestas paganas que celebraban los romanos en honor a Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha, y que originalmente transcurrían entre el 17 y el 23 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno.

En esos días, llenos de diversión y regalos, había numerosos banquetes y, entre las muchas viandas que se elaboraban, había una torta a base de miel en la que se introducían frutos secos, dátiles e higos. Con el tiempo se convirtió en el postre más popular, y ya en el siglo III d.C. se introdujo también un haba, símbolo de prosperidad y fertilidad. Al que la encontraba se le auguraba fortuna el resto del año.

Si bien desaparecieron las Saturnales, este postre perduró y la torta, con el tiempo, fue adquiriendo forma de roscón. Aunque la tradición se perdió en muchos lugares, si arraigó en algunos sitios como Francia, donde se convirtió en una tradición entre la nobleza. Así, en el siglo XVIII se sustituyó el haba por una moneda y, más tarde, por una figurita de cerámica.

En el siglo XIX se volvió a recuperar el haba. Al que le tocaba la figurita se convertía en rey de la fiesta y al que le salía el haba era el tonto del haba (que derivó en tontolaba).

lunes, 13 de diciembre de 2021

Por santa Lucía ya se alarga la tarde, pero aún mengua el día

 


1. "Por Santa Lucía (13Dic), mengua la noche y crece el día". Falso. Se alarga la tarde, pero las horas de luz no ganan hasta después del solsticio de invierno (20-23Dic)

2. "A partir del solsticio de invierno (20-23Dic), tarde y mañana crecen". Falso. La mañana no gana hasta después de Reyes (10-11Ene)

Santa Luzi: gaua moztu eta eguna hazi.
Santa Lucía, el más corto de los días
Santa Lucía, la más larga noche y el más corto día
Por Santa Lucía, acorta la noche y alarga el día.
Por Santa Lucía, achica la noche y agranda el día.
Día de Santa Lucía, mengua la noche y crece el día
En llegando Santa Lucía, un palmo crece el día.
Per Santa Lucía tanto como salta la pulga crez el día
Por Santa Lucía mengua la noche y crece el día un paso de gallina
A Santa Lucia - pas ad furmìa
Por Santa Lucía, mengua la noche y crece el día, y hasta Navidad en su ser está
Por Santa Lucía, crecen las noches y menguan los días. Ni creció ni menguó hasta que el Niño Dios no nació
Por Santa Lucía, achican las noches y agrandan los días; primero a tumbo de piojo; después, a paso de gallina; por Navidad, los ciegos lo verán.
Por Santa Lucía, crece el día un paso de gallina; por Navidad, cada necio lo verá.

Como se puede observar el dicho tiene múltiples variantes y en diversas lenguas y culturas. Todas ellas coinciden en situar el 13 de diciembre, festividad Santa Lucía, el inicio del crecimiento de los días. Sin embargo, en el hemisferio Norte ese fenómeno se corresponde con el solsticio de invierno, el 21 de diciembre. ¿Por qué, entonces, se fecha el día 13? ¿Por qué ese desfase de fechas, de casi un mes, entre el amanecer antes (10 de enero) y el oscurecer más tarde (santa Lucía)? ¿no deberían producirse a la vez, el día del solsticio? 

Tal desfase de fechas es debido a la reforma gregoriana del calendario que tuvo lugar en 1582. El calendario que venía empleándose hasta entonces era el juliano, llamado así en honor a Julio César, que con el paso de los siglos fue desfasándose del ciclo astronómico, lo que obligó al Papa Gregorio XIII a cambiarlo por otro más exacto. Para corregir el desfase acumulado se tomó una decisión sin precedentes, ya que se eliminaron de una tacada 10 días del calendario, y del jueves 4 de octubre de aquel año de 1582 se pasó al viernes 15 de octubre.

En los años previos a la reforma gregoriana, el 13 de diciembre juliano equivalía al 23 de diciembre de nuestro actual calendario; es decir coincidía en fechas con el momento aproximado en el que tenía lugar el solsticio de invierno. El refrán es por tanto correcto en ese contexto; es decir, siempre que nos refiramos a las fechas según el calendario juliano.

Hay otro dato curioso, y es que en los países que no seguían la doctrina católica dictada por Roma, se tardó bastante más tiempo en adoptar el calendario gregoriano. Grecia fue el caso más extremo, ya que no lo hizo hasta 1923. En los países nórdicos, a pesar adoptarlo bastante antes, en el siglo XVIII, la iglesia ortodoxa ha seguido manteniendo el calendario juliano, de ahí que celebren la llegada del solsticio de invierno el día de Santa Lucía, siendo una de las fiestas de mayor tradición popular en países como Suecia o Noruega.

Aunque nos refiramos al solsticio de invierno como el día más corto del año (entendiendo como día el tiempo en el que el disco solar se encuentra –aunque sea parcialmente– por encima del horizonte), si miramos los datos de salidas y puestas de sol en un anuario astronómico comprobaremos cómo hay varios días alrededor de la fecha del 21 de diciembre que tienen igual duración. El desempate se produciría en el momento en que midiéramos el tiempo con una precisión de segundos (en los calendarios y anuarios de uso común, aparecen las efemérides indicadas en horas y minutos).

domingo, 5 de diciembre de 2021

Imágenes de personas hurgando entre desperdicios de animales alertan sobre el hambre en Brasil


Con el título “Camión con piel y huesos se convierte en esperanza de alimento para los que pasan hambre”, el diario Extra de Brasil publicaba el 29 de septiembre una serie de espeluznantes imágenes de brasileños buscando comida entre huesos, sobras y entrañas, recolectados en supermercados y destinados a fábricas de jabones y alimentos para mascotas.



Las imágenes, que hablan por si solas, ponen de manifiesto que la sombra de la hambruna está volviendo a planear sobre gran parte de los brasileños. Según datos recogidos por la Red Brasileña de Investigación sobre Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional (Rede Penssan) unos 20 millones de personas no tienen asegurada la alimentación diaria. En la mayoría de las ciudades del país, mendigos de todas las edades deambulan por las calles tratando de mantenerse con vida y dormir en las aceras incluso en barrios ricos como Copacabana e Ipanema en Río, Savassi en Belo Horizonte o Higienópolis en Sao Paulo.

Los números contrastan fuertemente con el hecho que Brasil es el principal exportador de carne vacuna del mundo, con la mayor cantidad de ganado que cualquier otro país. Así, mientras en las tiendas de los barrios periféricos se están volviendo a ver carteles que anuncian venta de huesos para acompañar un plato de sopa; en los supermercados de las zonas de alto standing, la carne es un artículo de lujo que llega a las estanterías con sensores de seguridad. 



En 2014 con el anterior gobierno progresista,, Brasil consiguió salir del Mapa del Hambre de la FAO gracias a programas sociales como el Bolsa Familia, pero la llegada de la derecha al poder después del golpe institucional y jurídico que defenestró a la presidenta Dilma Rousseff, hambre, desempleo y miseria volvieron a instalarse en el país sobre todo después de la llegada del ultraderechista Jair Bolsonaro. La inflación de los alimentos es el resultado del desmantelamiento de las políticas de regulación de los precios practicada por los gobiernos anteriores. El equipo económico del presidente Jair Bolsonaro prefirió vender las reservas alimentarias, que antiguamente eran acumuladas para hacer frente a la turbulencia de los mercados y conseguir frenar los precios.

Millones de brasileños están pasando hambre porque se está especulando con el precio de los alimentos, los productores calculan el precio en el mercado internacional y venden dentro de Brasil a precios próximos a los del mercado internacional. Cuando los precios suben en el extranjero o cuando el dólar se revaloriza con respecto al real, los precios de los alimentos acaban subiendo porque los productores dicen que si los brasileños no pueden pagar esos precios, los colocan en el mercado internacional porque así ganan más.

Esa manera de proceder no es cosa nueva, en Venezuela los empresarios agroindustriales llevan toda la vida intentando especular con los precios, la diferencia con Brasil, es que en Venezuela es el Estado quien se encarga de fijar una lista de precios obligatorios con el fin de evitar dicha especulación. La regulación de precios ha sido una constante de los gobiernos chavistas y por eso a pesar de que la inflación unida al bloqueo ha golpeado fuerte a la economía venezolana, el reparto de cajas CLAP entre los mas desfavorecidos ha sido una forma de garantizar el acceso a productos alimenticios básicos de 6 millones de familias venezolanas, a través de la organización popular.


Curiosamente, a pesar de que la regulación de los precios de los alimentos básicos impidió la especulación y por ende que la población venezolana llegara a sufrir hambruna, y a pesar de que Venezuela exhibe el mejor registro de manejo de la pandemia a nivel continental, organismos como la OEA, Human Rights Watch, y artistillas de medio pelo como Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Carlos Baute, Carlos Vives, Luis Fonsi etc se dedicaron a difundir la matriz de opinión de que Venezuela vive una crisis humanitaria. Por el contrario, ahora permanecen, sordos, mudos y ciegos ante la inseguridad alimentaria que vive el país carioca y ante la nefasta gestión de la pandemia, que fue calificada de simple “gripinha” que se solucionaría dejando que la gente se contagiara para conseguir la "inmunidad de rebaño" lo cual ha provocado ya mas de 600.000 muertes y más de 21 millones de contagiados convirtiéndose en el segundo país del mundo más afectado por la pandemia, tan solo por detrás de Estados Unidos.


Bolsonaro ha sido un personaje nefasto para Brasil, durante la campaña electoral ya realizó numerosas declaraciones machistas, homófobas y racistas, y una vez en el cargo ha aprobado leyes muy controvertidas para facilitar el acceso a las armas, limitar los derechos de las comunidades indígenas en el Amazonas o denegar la indemnización a las víctimas de la dictadura militar de 1964.

Quienes le apoyaron fueron el capital financiero y sus representantes, los oligopolios y una parte de las fuerzas armadas. Bolsonaro nunca fue moderado, es el típico personaje neofascista. Las fuerzas que lo apoyaron son responsables del golpe al gobierno progresista, de la hambruna que están sufriendo 20 millones de personas, de la bestial desforestación del Amazonas y de la muerte de miles de personas por covid que pudieron haberse evitado.

sábado, 25 de septiembre de 2021

El asesinato de Anuk, el primer caso de guerra sucia que implicó a la Ertzaintza

La versión oficial habló de suicidio. En una carta escrita por él mismo aseguraba que en agosto había sido detenido, drogado y, posteriormente, liberado por la Ertzaintza para ser utilizado como "señuelo". El 26 de septiembre de 1993, fallecía en Bilbo Xabier Kalparsoro, tras caer por una ventana desde la comisaría de Indautxu, en manos de la policía española. Días antes fue visto en Gasteiz, en una situación desesperada y bajo un intenso cerco policial que consiguió burlar. ¿Qué ocurrió durante aquellos días previos a su muerte?


 
La muerte del militante abertzale coincidió con el homenaje a Gurutze Iantzi, que había fallecido dos días antes en manos de la Guardía Civil. ¿Pero qué sucedió durante ese mes? Hala Bedi desveló, 26 años después, más información sobre el caso: lo acontecido en Gasteiz entre finales de agosto y comienzos de septiembre, gracias a vecinos anónimos que estuvieron con Anuk durante aquellos días y han querido contar lo sucedido.

Tras 26 años sin la verdad ni el reconocimiento oficial en torno a la muerte de Anuk, estas personas han querido realizar un ejercicio de memoria histórica, para arrojar más luz sobre este episodio de la guerra sucia que implicó por primera vez a la Ertzaintza y a responsables políticos del PNV y el Gobierno Vasco.

Sobre el caso de Anuk planea la sombra de algunos altos cargos de la época, como Juan María Atutxa, entonces Consejero de Interior, o Joseba Goikoetxea, sargento mayor de la Ertzaintza y fallecido meses después en el primer atentado de ETA contra un miembro de la policía autonómica vasca.

La muerte de Anuk fue una herida abierta que, a pesar de haber sido ignorada por la historia y silenciada por la prensa durante más de dos décadas, marcó un antes y un después en la historia del conflicto, agudizando el enfrentamiento de la izquierda abertzale y ETA contra el PNV y la Ertzaintza.

Verano 1993: la otra película

Xabier Kalparsoro ‘Anuk’ (Zumaia, 1966)



El año 1993 es un año clave para ETA en su proceso de reconstrucción, tras las importantes operaciones policiales desarrolladas en su contra durante aquella época. El año anterior, concretamente en marzo de 1992, se había producido la detención de su dirección en Bidart, uno de los mayores golpes sufridos por la organización armada a lo largo de su historia.

Sin embargo, poco a poco, la organización recupera su actividad, que incluye secuestros, como el del industrial Julio Iglesias Zamora -entre julio y septiembre del 93-, que desencadenarían el nacimiento del ‘lazo azul’, mientras se intensificaban las protestas contra ETA y la persecución contra la izquierda abertzale.

Una estrategia contra la izquierda abertzale, resumida en el esquema de “demócratas y violentos”, que implicaba cada vez más al PNV, al Gobierno Vasco y a la propia Ertzaintza, al calor del Pacto de Ajuria Enea, firmado en 1988.

Durante el año 1991, Xabier Kalparsoro (Zumaia, 1966), hasta entonces militante de Jarrai, se había refugiado en Iparralde, donde se integraría en ETA. Meses más tarde, durante el verano de 1993, llega a Gasteiz con la encomienda de crear una cierta infraestructura de la organización en el territorio.

Kalparsoro tiene un perfil poco habitual en un militante de ETA desplazado desde Iparralde a Hegoalde. No tiene causas abiertas ni se le atribuyen acciones de su organización. En caso de ser detenido, los delitos a los que se enfrentaría serían de pertenencia a banda armada y posesión de una pistola.


La verdad sobre Anuk y su paso por Araba


Portada de EGIN (Igor Meltxor)

Durante los meses que dura su campaña en Gasteiz, se aloja en casa de una compañera y aprovecha para ir tejiendo una red de contactos. Sin embargo, y según su propio testimonio, en algún momento del mes de agosto, percibe presencia policial en torno a su persona, hasta que la última semana de mes es detenido en las proximidades de Laudio.

Según contaría más tarde a sus compañeros, Kalparsoro estuvo tres días detenido en lo que él calificaba como “una base militar en campo abierto”. Una descripción geográfica que, en Euskal Herria, encajaría con pocos lugares. Podría tratarse de Berrozi, en Bernedo (Araba), base de las fuerzas especiales de la Ertzaintza y cuyos terrenos son propiedad del Departamento de Interior del Gobierno Vasco. Un enclave paradigmático del oscurantismo que acompañó la lucha antiterrorista.


“Los zipayos me detuvieron, me drogaron, hipnotizaron, lavaron el cerebro o lo que sea, y me volvieron a dejar en la calle. Me han estado y me están utilizando”


Portada de EGIN (Igor Meltxor)

Allí, según su testimonio, fue interrogado y drogado. Posteriormente, el 28 de agosto, es puesto en libertad, para su asombro y pavor. La carta que escribió el propio Anuk, remitida a la dirección de ETA y publicada -parcialmente- en octubre por EGIN describe: “Los zipayos me detuvieron, me drogaron, hipnotizaron, lavaron el cerebro o lo que sea, y me volvieron a dejar en la calle. Me han estado y me están utilizando”. Su espeluznante relato sobre la detención incluía haber sido drogado y haber perdido la conciencia sobre lo que podía haber contado en los interrogatorios

Aunque la detención no trascendió públicamente, el 30 de agosto, varias llamadas anónimas de dudosa procedencia, realizadas al diario EGIN, alertan de la detención en Laudio de un refugiado politico vasco conocido como ‘Anuk’. La incertidumbre comienza a planear sobre el caso.

En estas circunstancias, Xabier Kalparsoro llama por teléfono a la persona que lo alojaba en la capital alavesa para que vaya a recogerle. Al dia siguiente, consciente de su delicada situación, decide abandonar el domicilio en el que se encontraba y vaga durante todo el día, sintiéndose “una lombriz en un sedal”, en una situación kafkiana y desesperada, bajo un intenso seguimiento policial. Al parecer, sus movimientos estaban siendo vigilados con la intención de obtener información.

“Me indicaron que se había hecho un pacto. Todos los de Araba quedaban libres, Yo iba al trullo para diez años, pero primero tenía un mes y medio de permiso o vacaciones. En contrapartida, la organización soltaba a Iglesias, cobraba el rescate y se reanudaban las conversaciones”


Portada de EGIN (Igor Meltxor)

A última hora de la noche, un encuentro fortuito con un antiguo conocido en un bar del barrio de Errota, propicia que, sorprendentemente, Kalparsoro rompa el cerco policial.

Durante unos días, encuentra refugio seguro, dejando atrás los seguimientos. Sin embargo, una serie de acontecimientos y su propia situación de paranoia y desesperación -quienes lo vieron aquellos días afirman que estaba “hecho un cromo”- llevan a Xabier a pensar que la gente que le está dando refugio podría formar parte del operativo policial desarrollado tras su detención.

Ante esta situación, en un momento dado, Kalparsoro abandona el lugar donde estaba siendo refugiado, y continúa su precaria huida, bajo el temor de que sigue siendo vigilado por la policía.


La muerte de Xabier Kalparsoro ‘Anuk’


Días más tarde, sus pasos le llevarán hasta Durango, donde a las 20.00 horas del 23 de septiembre es detenido por la policía municipal tras la llamada de un vecino alertando del intento de robo de un vehículo. Una detención casual que revela la precaria situación de Anuk y su voluntad, ante el temor de que sigue vigilado, de no querer recurrir a los recursos de su organización.

Mientras está siendo detenido en la calle por la Policía Municipal, se identifica y advierte a quien pueda escucharle que es militante de ETA.

Ya en las dependencias de la policía municipal de Durango los acontecimientos se suceden vertiginosamente.


Portada de EGIN (Igor Meltxor)

Aunque se trata del primer cuerpo al que se dirigen los responsables de la comisaría de Durango, la Ertzaintza no se hace cargo del detenido. Según declararía más adelante, ante el juez, uno de los agentes que participaron en su detención, Kalparsoro fue interrogado “por tres ertzainas de paisano que acudieron para su identificación”.

Posteriormente, según el mismo testimonio, es visitado por los diferentes cuerpos policiales, que “acudieron a primeras horas de la noche, poco después de efectuarse el arresto”.

Finalmente, es la Policía Nacional quien se hace cargo del detenido, a las 23.45 horas. Esa misma noche, a las 2.50 horas, Xabier Kalparsoro ‘Anuk’ ingresa con heridas mortales en el Hospital de Basurto, tras caer por una ventana desde el segundo piso de la comisaría de Indautxu, en Bilbo.


Simultáneamente, también es detenida la persona que alojaba a Xabier en Gasteiz, aunque no así las personas que, presumiblemente, le ayudaron a escapar.



Silencio mediático: preguntas sin respuesta



Xabier Kalparsoro ‘Anuk’ (Zumaia, 1966)

¿Significa esto que ahí se rompió el sedal policial? ¿Podríamos afirmar que la policía perdió la pista de ‘Anuk’ en Gasteiz? ¿Se trató aquello de un experimento para aplicar nuevas formas de tortura ante una nueva fase de la ‘lucha antiterrorista’? ¿Algo salió mal y decidieron que alguien debía deshacerse de Anuk?

Son preguntas que llevan 26 años sin respuesta. Interrogantes que han sobrevolado la memoria de muchas de las personas que conocieron a Anuk, como es el caso de quienes coincidieron con él en Gasteiz durante aquellos días y hoy han decidido ayudarnos a recordar.

El caso fue eficazmente silenciado, salvo por el diario Egin, y hoy es el día en que las informaciones que podemos encontrar sobre el mismo en internet son escasas, parciales e incompletas. La otra persona detenida en Gasteiz nunca fue enjuiciada, a pesar de que lo habitual, en situaciones semejantes, era que los distintos cuerpos policiales presentasen graves acusaciones de “colaboración con banda armada”. Nadie más fue detenido en aquella operación.

Se pudo buscar la verdad. Se optó por el silencio. La versión oficial habló de suicidio, y las investigaciones abiertas quedaron en pequeñas condenas por “negligencia”. Nunca se llegó al fondo del asunto. El hedor a cloacas del estado quedó aderezado con label vasco. Y el único medio de comunicación que se atrevió a hablar sin tapujos sobre el caso, el ya mencionado diario EGIN, fue clausurado en 1998 por orden de la Audiencia Nacional española. Años después, el caso de Anuk cayó en el olvido que trae consigo el silencio.

Se abrió la caja de Pandora


Entre las distintas tipologías de víctimas de “La Guerra del 58”, como algunas personas se refieren al conflicto político y armado desarrollado en Euskal Herria durante la segunda mitad del siglo XX hasta -prácticamente- nuestros días, uno de los grandes tabúes es el que concierne a militantes de ETA sospechosamente ejecutados extrajudicialmente.

En este sentido, Xabier Kalparsoro no sería ni el primero ni el último, pero las circunstancias que rodearon su muerte hicieron de la misma un punto de inflexión en el propio desarrollo del conflicto vasco.


Pegatinas contra la Ertzaintza (Foto: Noticias de Álava)

De las circunstancias y el contexto que rodearon su muerte, ETA infirió una responsabilidad directa de la Ertzaintza y sus mandos políticos, y respondió con ataques que conmocionaron a la sociedad vasca.

Todo ello causó una falla brutal entre la izquierda abertzale y, particularmente, el PNV, que marcaría la década de los 90. En este sentido, a partir de 1993, se produjo un recrudecimiento del conflicto armado y la clase política se convirtió en uno de los principales objetivos de ETA, que continuaría en activo hasta el cese definitivo de su actividad armada en el año 2011.

28 años después de la muerte de Xabier Kalparsoro, sus familiares y amigos siguen esperando verdad y justicia. Aunque para algunos ya será tarde, como es el caso de Maite Golmaio, su madre, fallecida en el 2018.

viernes, 24 de septiembre de 2021

Gurutze Iantzi, cuando morir en comisaría era lo «natural»



Se la llevaron de Urnieta de madrugada, con 31 años, y 24 horas después estaba muerta en un cuartel de la Guardia Civil en Madrid. Nunca hubo juicio, pero entonces y hoy sí hay certezas sobre Gurutze Iantzi: «Nuestro cuerpo aguantó; el suyo, no. Solamente eso», resume Euken Garmendia tras pasar aquellos días por aquellos mismos calabozos.





En víspera del 25 aniversario de la muerte  de Gurutze Iantzi en el cuartel de Tres Cantos falleció el médico donostiarra Justo Atristain. Fue uno de los dos forenses nombrados por la familia para la autopsia realizada en Madrid. Su diagnóstico lo resumió así ‘‘Egin’’ en un titular: «El terror mató a Gurutze Iantzi». Esa misma semana Euken Garmendia, detenido en la misma redada masiva, maltratado de la misma manera, superviviente en los mismos calabozos, lo expresó de otro modo bastante similar: «Nuestro cuerpo aguantó; el suyo, no. Solamente fue eso».

Recordó cómo los detenidos en aquella operación denunciaron torturas terribles al pasar ante el juez. Iantzi no pudo hacerlo, no llegó ahí. Julen Irastorza, su marido, encerrado en una celda cercana, contó que vio a través de unos barrotes las sandalias y pantalones verdes de su mujer, que escuchó sus gritos y su tos, que sintió luego cómo se la llevaban en una especie de silla de oficina con ruedas... Después, el silencio, un silencio tan espeso que llega hasta hoy. Estremece revivir el momento por boca de Euken Garmendia, al que le cuesta hablar pese a haber pasado un cuarto de siglo ya: «De repente, nos dejaron en paz. Luego supe que fue cuando mataron a Gurutze, que nos dejaron en paz gracias a ella».

Su corazón había dejado de latir. Pudo ser el terror, sí. O los golpes que dejaron algunas señales en su cuerpo. O la «bolsa», las flexiones, los electrodos o la «bañera» que detallaron haber sufrido otros de los 20 detenidos, primero en la Comandancia del Antiguo y luego en el cuartel madrileño de Tres Cantos. O algún ataque epiléptico al que apuntaban las mordeduras en el labio inferior, algo que hasta entonces Iantzi nunca había padecido. Resultó imposible saberlo entonces, y mucho más ahora.

No hubo siquiera un juicio que aclarase no ya responsabilidades penales, sino siquiera fallos de procedimiento. ‘‘El País’’ echó el resto para defender la versión del Gobierno de Felipe González: «Miren Gurutze Yanci tenía obesidad y fumaba mucho», publicó. El ministro de Interior, José Luis Corcuera, tiró de cinismo en el Congreso de los Diputados: «Solo a los demócratas, solo a los que no justificamos la muerte, sea de un anciano o de un niño, ni los malos tratos o cualquier otro atentado a la vida o a la integridad de las personas, nos interesa de verdad aclarar lo ocurrido». Y los partidos del Pacto, en plena campaña de difusión del lazo azul, cerraron filas.

Todo se despachó, pues, como «muerte natural». Y en esta mesa redonda de Urnieta el entonces concejal de HB Joxe Fermin Argiñarena acabó dando por buena la definición: «Al principio, lógicamente todos pensamos que aquella muerte era totalmente antinatural. Pero pensándolo bien, morirse en esas circunstancias es natural, sí, claro que es natural».

Tan natural que otra detenida en la misma operación, Mari Jose Lizarribar, acabó hospitalizada, lo que Corcuera justificó con el manido argumento de resistencia a la detención. Y tan natural que el mismo día se daba a conocer que Xabier Kalparsoro, arrestado en la comisaría de Indautxu de la Policía española, se debatía entre la vida y la muerte. El fallecimiento de Anuk se confirmaría precisamente mientras se celebraban los actos de despedida a Iantzi en Urnieta, dos días después, y se recordará este próximo fin de semana en Zumaia. Dos dramas con diferencias pero también similitudes, dos dramas que se solaparon en el tiempo para convulsionar a todo el país.

«¿Muerte súbita?»

Más que el adjetivo de «natural», a Izaskun Iantzi, hermana de Gurutze, le repele la afirmación de que aquello fue una «muerte súbita». Compartió sus dramáticas vivencias con las de Argiñarena y Garmendia ante una sala llena: «¿Súbita? Pero, ¿cómo iba a ser súbita si ella ya se quejó antes y la forense la atendió por teléfono?», clamó indignada. El episodio es conocido y ha sido denunciado por voces como la de Paco Etxeberria. Cuando la joven refirió dolores en el pecho, la médico de la Audiencia Nacional se limitó a telefonear y le recetó un mucolítico, como si aquello fuera un catarro. Tres cuartos de hora después estaba muerta. Leonor Ladrón de Guevara ha hecho larga carrera en la AN y hace tres años fue al fin citada como imputada en un juzgado... por acceder al ordenador de una colega de la Audiencia. Todo muy lógico en esa ilógica; si la muerte era natural, ¿a quién se iba a culpar por ello?

Apenas 24 horas antes, la Guardia Civil había irrumpido en la casa familiar de Urnieta por segunda vez, puesto que antes se habían llevado a Irastorza, su marido: «Venimos a por Gurutze», gritaron. Izaskun recuerda bien que su hermana estaba muy nerviosa. Se le quiebra la voz al rememorar que «intenté tranquilizarla, pero no pude». Argiñarena también evocó que Gurutze Iantzi no era más que «una chica maja de Urnieta», con sus simpatías políticas pero «que no pegaba ni un cartel porque se ponía nerviosa».

Nadie duda de que no tenía relación alguna con ETA –por si acaso lo recordó el exconcejal de HB–, pero sigue siendo un misterio por qué se cebaron aquellos días de setiembre con este pueblo de entonces apenas 3.000 habitantes, en un contexto político asfixiante marcado por el secuestro del industrial Julio Iglesias y los rumores que lo situaban cerca, en la zona del Adarra. «¿Quién ordenó esas detenciones? –continúa preguntándose hoy Euken Garmendia, atrapado estos 25 años en la espiral de «no querer recordar aquello y no poder olvidarlo»–. ¿Por qué nos tocó a nosotros? ¿Qué habíamos hecho? ¿Por qué nos torturaron?», sigue. Si el objetivo era solo crear terror, desde luego con la muerte de Tres Cantos se llegó al límite. La ocupación policial y militar de la zona hizo la atmósfera más opresiva.

Aquel drama, añadieron los tres contertulios, no se agota en la mañana del 24 de setiembre de 1993 en que Izaskun se despertó oyendo llorar a su ama, ahora ya fallecida. Kontxi Igerategi tenía en la mano un telegrama urgente que comunicaba que Gurutze había muerto de madrugada. Apenas dos minutos después, una llamada de teléfono lo confirmaba: «A mí no me salía otra cosa que decirles ‘¿qué le habéis hecho? ¿qué le habéis hecho?’», recordó Izaskun Iantzi. Pero hoy día aún no tiene respuesta: «Lo negaron todo, lo callaron todo, y 25 años después es como si nada hubiera ocurrido».

El pasado y el futuro

Aparte del dolor, aquellos hechos crearon en un pueblo tan pequeño una sima política muy grande. La capilla ardiente por Gurutze Iantzi fue instalada por la fuerza en el Salón de Plenos, dada la negativa de la Alcaldía del PNV. E Izaskun Iantzi revela que solo hace unos pocos meses han recibido un mensaje desde el Consistorio, que sigue en manos jelkides. La comisión municipal de convivencia quería hablar con la familia: «Hubo mucha tensión –admite–, teníamos muchas cosas que decirnos. Les escuchamos, nos escucharon, y veremos ahora si seguimos con esas reuniones, tenemos nuestras dudas», admitió la hermana de Gurutze Iantzi. En la sala de esta mesa redonda del jueves sí estaba sentado esta vez el primer edil de Urnieta, Mikel Pagola, además de la directora de Convivencia y Derechos Humanos de la Diputación de Gipuzkoa, Maribel Vaquero, igualmente urnietarra.

En este primer acto de la trágica efemérides, al que seguirá un homenaje mañana lunes en la Plaza de San Juan a las 19.30, Izaskun Iantzi incidió en que «el duelo por Gurutze ya lo hicimos, pero el dolor por la injusticia no ha pasado». Es una herida que sigue abierta por la falta de reconocimiento de los hechos y sobre la que a veces alguien pasa y echa sal: «Hace poco escuché a un guardia civil en televisión decir que sí, que claro que aquí se ha torturado, y ¿han hecho algo con él? ¿eso no es enaltecimiento? La impunidad es total, total. Y todos deberíamos tener los mismos derechos».

miércoles, 11 de agosto de 2021

Quema de libros en Tolosa a manos de los franquistas


El 11 de agosto de 1936, los franquistas, que acababan de tomar Tolosa, apilaron en la Plaza Zaharra los libros de la imprenta de Ixaka Lopez Mendizabal, los libros en euskara de la biblioteca municipal y de las escuelas, y los prendieron fuego.

Lo que hicieron los nazis el 10 de mayo de 1933 en Bebelplatz de Berlín lo hicieron los franquistas aquí, en Euskadi, en la tarde del 11 de agosto de 1936, nada más tomar Tolosa.

Para ahondar en la aniquilación de la cultura vasca, a los pocos meses, el 1 de febrero de 1937, el gobierno franquista dictó la orden de expurgo de libros en euskara de las bibliotecas y escuelas, y las ikastolas recibieron el mismo castigo.

La guerra civil modificó la vida de aquella sociedad. Y quemó en la hoguera los frutos más sobresalientes del Renacimiento Vasco. El euskara fue prohibido en su propia casa. Pero la cultura vasca resurgió de aquellas cenizas y echó de nuevo a volar.

Hoy queremos recordar aquel terrible episodio, la quema de libros de Tolosa, y manifestar a la sociedad vasca que no se puede repetir algo así, ni aquí, ni en ningún otro sitio. Queremos reivindicar la respuesta dada por este pueblo al intento de genocidio cultural realizado contra la cultura vasca, respuesta que supuso el resurgimiento del euskara y de la cultura vasca.

jueves, 29 de julio de 2021

Doris Benegas: Una vida dedicada a la lucha social, nacional y feminista


Doris Benegas Haddad, activista y militante política, reconocida por su lucha por la liberación de género, la liberación social y la liberación nacional de los pueblos del Estado español nos dejó el 29 de julio de 2016 tras una lucha incansable no solo contra el capitalismo y el patriarcado sino también contra el cáncer y la enfermedad.


En muchas ocasiones recordamos a antiguas luchadoras como ejemplo de mujeres referentes, valientes y empoderadas, que se enfrentaron a las injusticias. Solemos recurrir a mujeres que vivieron hace muchos años - Clara Campoamor, Dolores Ibárruri o Manuela Malasaña - y nos olvidamos de las mujeres que se enfrentan a las injusticias sociales en la actualidad, o que lo han hecho hasta hace muy poco tiempo.

Uno de estos ejemplos es el de Doris, que falleció a los 64 años tras una lucha incansable no solo contra el capitalismo y el patriarcado sino también contra el cáncer y la enfermedad. Nada se interpuso ante ella, y hasta el último de sus días se le recuerda como un ejemplo de persona, profesional, militante política y activista social. Doris se alzó como un referente de mujer empoderada allá donde se encaminaba y defendió todos los ámbitos posibles de derechos del pueblo trabajador

Cuando dio a conocer Izquierda Castellana (partido de Doris Benegas desde su constitución en el año 2000) la triste noticia a través de las redes sociales, numerosas plataformas sociales, políticas y sindicales, al igual que relevantes figuras, reconocieron su militancia. Porque Doris no solo llegó a su entorno más cercano o a su localidad, Doris se alzó como un referente de mujer empoderada allá donde se encaminaba, y defendió todos los ámbitos posibles de libertades y derechos del pueblo trabajador, aunque con especial dedicación los derechos de las mujeres.

Quienes la conocieron siempre la han definido como una “verdadera revolucionaria: comunera, feminista y socialista”. Su biografía se ha difundido por Izquierda Castellana por las redes sociales, y hace unos meses se publicó el libro Doris Benegas: Una luchadora del pueblo, que relata cada etapa de su vida, coordinado por Pablo Arroyo y que cuenta con anécdotas escritas por su compañero sentimental e ideológico, Luis Ocampo, su hija Elena, y figuras relevantes políticas como Arnaldo Otegi, Alfonso Sastre o Joan Tardá.


Doris nació en Caracas en el año 1951, en el seno de una familia marcada por el exilio político. Su madre, nacida en la capital venezolana, provenía de familia libanesa-palestina, que emigró a Venezuela a comienzos del siglo XX. Su padre formaba parte del exilio vasco tras la Guerra Civil.

En 1956, la familia de Doris decide volver al País Vasco, a la ciudad de San Sebastián, donde vive el resto de su infancia y juventud. En el año 69 comienza sus estudios de Derecho, y también comienza - posiblemente marcándole el resto de su vida - su militancia en los Comités de Estudiantes Revolucionarios de Gipuzkoa y en Komunistak-Movimeinto Comunista.Se interesó en temas sociales y políticos, especialmente en la lucha contra la violencia contras las mujeres y en el mundo laboral

Sin saber si primero estaba la activista o la abogada, Doris se interesó en temas sociales y políticos, especialmente en la lucha por la violencia contras las mujeres y en el mundo laboral, aunque no dudó en trabajar en luchas vecinales, contra el narcotráfico, por el antifascismo, la defensa de militantes políticos de izquierda e independentistas, o en el aceite de colza como ejemplo de cualquier tema que supusiera un grave ataque a la clases populares y trabajadoras.

En 1974, comienza a trabajar en la factoría de FASA-Renault, donde fue despedida por su participación en las huelgas y luchas obreras, en un momento de gran conflictividad social y laboral, donde Doris tuvo un papel protagonista. Tras aplicársele la Ley de Amnistía en 1977, Doris regresa a FASA, aunque no por mucho tiempo ya que en 1981 volvió a ser despedida por los mismos motivos. En ambos casos ganó el juicio posterior contra la empresa.

Doris pasa a trabajar en el terreno profesional y político en casos del ámbito laboral, ejerciendo desde el Derecho la defensa de un buen número de trabajadores despedidos, teniendo un papel destacado en el movimiento obrero y sindical. Fue punto de mira. A mediados de la década de los setenta abre en Valladolid un despacho jurídico en la calle Matias Sangrador. En diciembre del 79 este despacho fue incendiado por un grupo fascista.

En 1976, se incorpora al Instituto Regional de Castilla y León, donde participa en la organización del primer “Día Nacional de Castilla” en las campas de Villalar de los Comuneros, que fue prohibido por el gobernador civil. Pese a todas dificultades, unos pocos centenares de personas, entre los que se encontraba Doris, avanzaron hacia el pueblo de Villalar, cercado por la Guardia Civil patrullando a caballo.Otras formas de hacer política, con una ruptura con el régimen franquista y el reconocimiento de la realidad plurinacional del Estado español

Viviendo en Valladolid y formando parte de estos episodios, Doris comienza a formar un proyecto político en el que entiende el Estado español como un Estado plurinacional y Castilla como sujeto político de él. Así, las diferencias con el MC llevan a un buen número de grupos de militantes a abandonarlo, apostando por otras formas de hacer política que se vieran traducidas en una ruptura con el régimen franquista, planteando la necesidad del reconocimiento de la realidad plurinacional del Estado español y del derecho de autodeterminación de los pueblos que lo componen, entre ellos, el reconocimiento nacional de Castilla como sujeto político.

Con el tiempo, estas ideas acaban formando Unidad Popular Castellana en el año 1985 y en la creación de Izquierda Castellana en el año 2000, partido en el que siempre ha destacado su militancia. Y con el tiempo, continúa avanzando la formación del Movimiento Popular Castellano, con Yesca como organización juvenil y Mujeres Castellanas como organización feminista.

Pero y si aun más sobresale, es por su papel en el movimiento feminista. En la década de los setenta contribuye a la formación de las primeras organizaciones feministas de Valladolid como el Movimiento de Liberación de la Mujer y participa en la organización del primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora que se celebró en Valladolid el 8 de marzo de 1977. En los años 80 constituye Mujeres Castellanas y contribuye a la creación de la agrupación de mujeres abogadas de Valladolid en 1993, incorporándose también a la asociación de mujeres juristas. Y en 1994 a la Asociación de víctimas de agresiones sexuales y malos tratos (ADAVASYMT), que desde entonces ha ayudado a miles de mujeres víctimas de violencia machista.

Nadie podrá decir que no fue una mujer rebelde, una valiente que no temía a la adversidad, una persona combativa que, como ella decía, supo “estar donde tenía que estar y con quien tenía que estar, sin perder el tiempo en su camino por avanzar hacia el socialismo, contribuyendo con sus esfuerzos a construir una sociedad más justa y democrática”.

Fuente: Público