sábado, 15 de octubre de 2022

Lasa eta Zabala in memorian


El 15 de octubre de 1983 dos chavales, Joxean Lasa y Joxi Zabala, fueron secuestrados en Francia por guardias civiles españoles de paisano. Les llevaron a Donostia donde, bajo las órdenes del entonces comandante de la guardia civil Enrique Rodríguez Galindo y con la colaboración activa del gobernador Julen Elgorriaga, les torturaron brutalmente durante varios días.

Sus cuerpos quedaron tan destrozados que Rodríguez Galindo ordenó que les matasen e hiciesen desaparecer sus cuerpos. Los llevaron en coche a Bussot, Alicante, donde, en un descampado, les pegaron tres tiros en la cabeza y los enterraron en cal viva para que sus restos desapareciesen.

Dos años después, un cazador encontró por casualidad aquellos restos. El forense que los estudió, alarmado por las huellas de la brutalidad que habían recibido aquellos cuerpos, decidió guardarlos en una cámara en lugar de enterrarlos. Casi diez años después pudieron identificarlos. Eran los de Joxean Lasa y Joxi Zabala.

Estaban acusados de pertenecer a ETA. Nunca les juzgaron. Nunca se demostró. Lo que sí se juzgó, en 1999, fue la actuación criminal de Rodríguez Galindo, Elgorriaga y los guardias civiles que les torturaron y asesinaron. Todos fueron condenados. Algunos a penas superiores a 70 años. Hoy, todos están en la calle. Rodríguez Galindo solo estuvo cuatro años en la cárcel. El caso de Lasa y Zabala fue el primer caso de los GAL, la guerra sucia del Estado español contra ETA y el independentismo vasco.

Herriak ez du barkatuko!!

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