Un 12 de marzo de 1986 años se celebró en el Estado español el referéndum sobre la OTAN. Euskal Herria dijo NO.
Rotundo ‘no’ de Euskadi a la OTAN» fue uno de los contundentes titulares del 13 de marzo de 1986. Una vez escrutados los votos del referéndum del día anterior, el resultado no dejaba dudas: el 60% de los votos vascos emitidos se había posicionado por el «no».
Hoy se cumplen 35 años desde ese referéndum en el que los vascos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia dijeron «no» a la OTAN. Concretamente, fueron 828.721 ciudadanos de estos cuatro herrialdes los que depositaron el voto contrario a la permanencia en la organización militar occidental, mientras que 434.721 introdujeron la papeleta del «sí». Sin embargo, el «sí» prevaleció en el conjunto del Estado español y, treinta y cuatro años después, los vascos seguimos ligados a la OTAN.
La OTAN es una organización militar que desde su fundación (el 4 de abril de 1949 tras la Segunda Guerra Mundial) nació para combatir la expansión del socialismo en Europa y posteriormente se ha ido transformando en la punta de lanza militar de las potencias industriales anglooeuropeas bajo dirección estadounidense, en su afán de controlar el mundo, sus recursos y someter a los estados y los países a sus intereses. Así, desde hace más de veinte años ha virado 180º en sus documentos oficiales al pasar de denominarse “defensiva” a imponer un carácter completamente ofensivo violador del derecho internacional como pudimos apreciar en Yugoslavia, Irak o Libia.
Tras la caída del muro de Berlín en 1989, el Pacto de Varsovia se disolvió en 1991. La OTAN lejos de disolverse contnuó, se buscó un nuevo enemigo que susttuyera al socialismo (la “Amenaza del terrorismo islámico”) y practicó una política beligerante de expansión hacia los países de la Europa del Este, en contra de sus promesas de no hacerlo.
La OTAN se ha caracterizado por su intervencionismo en todo el mundo practcando una polítca de crímenes contra la humanidad, destrozando la vida de millones de familias. Solo desde 1991, ha intervenido contra Bosnia y Herzegovina (1992 y 1995), Argelia, Yugoslavia en 1999, Afganistán desde 2001 hasta hoy, contra Macedonia (2001o2003), Iraq (2003o2011), Sudán (2005o2007), Somalia desde 2007, Cuerno de África desde 2008, Libia 2011, Ucrania 2014, Siria, Yemen o recientemente Venezuela tras el Golpe de Estado de Juan Guaidó.
La OTAN es un instrumento que fomenta el crimen y construye tanto una amenaza para la paz mundial como para la seguridad de la población de los países miembros. La OTAN, impulsada por el gigantesco lobby de la industria militaroindustrial europea y sobre todo estadounidense, incrustado en su aparato militar, fomenta un incremento constante del gasto militar, la carrera de armamentos y las intervenciones y las guerras. La OTAN oculta a las y los ciudadanos los objetivos reales y consecuencias de sus guerras y nos convierte en cómplices de sus crímenes, apoyando la matanza de civiles camuflados bajo la etiqueta de “daños colaterales” e “intervenciones humanitarias”.
Porque la OTAN es uno de los principales obstáculos y barreras a la soberanía y emancipación de los pueblos y a la consecución de las libertades, es absolutamente necesario proclamar alto y fuerte: “FUERA OTAN”, “¡OTAN DISOLUCIÓN!”.