La Romería de San Bizente bien pudiera
ser la más antigua de todas cuantas se celebran en Barakaldo, por lo que
debemos suponer que data del año 1340, fecha de la construcción de la
iglesia. San Bizente Mártir fue nombrado oficialmente Patrón de
Barakaldo el año 1643, por lo que también cabe suponer que fuera a
partir de este año cuando se fijaron las bases de la futura romería. Debemos pensar que estas fiestas serían
de buen comer y, después, de bailar al son del txistu o la dulzaina,
actos que se sucedían después de la Santa Misa, a los que se invitaba a
los parientes de otros barrios.
No estará de más recordar cierto hecho
ocurrido entre dos aldeanos. Cierto día, durante las fiestas de El
Regato, un nativo se escondía para no invitar a un pariente de San
Vicente, quien tuvo que regresar a comer a su casa. Pasaron los meses y
llegó la romería de “Sanvi” y, claro, el “regatero” se acercó al
pariente muy solícito y dicharachero diciendo: “Oye, Patxi, en San
Roque no te vi”. Ni corto ni perezoso, el aldeano de San Vicente le
contestó: “Yo a ti sí”.
Las fiestas de San Bizente, allá por los
años de 1940, eran muy locales y, aparte de lo que amasaban los nativos
en sus propias casas, el festejo consistía en bailar al son de las
notas que lanzaban las Bandas Municipales de Música y los Txistularis.
Después, sobre las 9 de la noche se bajaban en
biribilketa hasta Karranzairu. Bueno será decir que no se ponían txoznas, barracas ni tiovivios. Puede que extrañe tanta tristeza en unas
fiestas, pero eran los tiempos oscuros del Franquismo y entonces estaba prohibido cantar y pobre de aquel que
infringiera la norma, porque podía recibir algún porrazo de los
“chineles” e incluso ser multado.
Fuente: Ezagutu Barakaldo https://ezagutubarakaldo.net/romerias-en-barakaldo/