domingo, 31 de julio de 2016

31 de julio, año 1512



31 de julio, año 1512, Fernando el Falsario publica un manifiesto lleno de falsedades intentando demostrar que la ocupación del Reino de Nabarra es conforme a los términos acordados en la Liga Santísima...

...21 de Setiembre, año 1512, todo el sur de Navarra queda sometida...

...Y mas de 500 años después, siguen las falsedades y la represión....

lunes, 25 de julio de 2016

25 de julio de 1512



En julio de 1512, Fernando el Falsario envió al duque de Alba hacia Pamplona acompañado de un ejército dotado de abundante artillería y 16.000 soldados. El 25 de julio los invasores llegaron pronto a los alrededores de la capital la cual, con escasa capacidad defensiva, veía con estupor y congoja el mayor ejército nunca antes contemplado cercando la ciudad. Las tropas castellanas circundaban los barrios de la Merced, San Francisco, y diseminaban sus campamentos hasta los confines de la Taconera.

Pamplona intentó ganar tiempo e incluso pretendió pactar condiciones para preservar las libertades de las que habían gozado hasta ese momento. La respuesta que recibieron del jefe de las tropas castellanas, el Duque de Alba, es una de las expresiones más clarificadoras de la verdadera naturaleza de la conquista de Navarra:

“No son los vencidos quienes imponen leyes a los vencedores, sino que las reciben de éstos. Marchad pues y comunicad a vuestros convecinos que, o se entreguen sin condición alguna, poniendo en mis manos todos los bienes eclesiásticos y públicos, o si no les placen estas condiciones, sepan que han de pasar por todo lo que acontece en el asedio de las ciudades: matanzas, sin respetar edad ni sexo; incendio de las haciendas, tanto eclesiásticas como privadas, y saqueo de toda clase bienes.”


A Pamplona no les quedó más alternativa que tragarse su orgullo, su impotencia y su humillación y hubo de capitular, así, el 25 de julio de 1512, fiesta católica de Santiago, las tropas castellanas entraron en la ciudad con alarde de su potencia militar y altanería colonialista. Y con la espada, la cruz, en una invasión que, desde un primer momento, adquirió naturaleza de Cruzada.

Valles, pueblos, villas y ciudades fueron cayendo, si bien Lizarra y sobre todo Tutera resistieron todavía algún tiempo. Las tropas españolas cruzaron los Pirineos, saquearon Garazi, y desataron una campaña de incendios, saqueos y matanzas. Algunas localidades fueron arrasadas. Los españoles sembraron el terror en Navarra y uno de sus jefes, el coronel Villalba, el sanguinario matarife de la ciudad de Niebla, llegó a afirmar que este comportamiento criminal era preciso para “imponer a los pueblos un saludable temor”.


Así, gracias al terror, Fernando se hizo con Navarra en muy poco tiempo. Las tropas aragonesas obligaron a los tudelanos a rendirse, no sin antes pedir permiso a los propios reyes navarros, que se lo concedieron, como había ocurrido en Gasteiz en 1200, para evitar alargar el sufrimiento a sus súbditos. 

El proceso de aculturación que hoy sufrimos es fruto directo de esa situación de sometimiento, proceso que nos empuja y obliga a abrazar una cultura impuesta. Al borrarse nuestra memoria histórica, muchos ciudadanos vascos han dejado de sentir como suya la historia de Navarra.

Hoy, 25 de julio de 2016 se cumplen 504 años. Cinco siglos desde que fuimos invadidos por las tropas españolas. 504 años sin libertad, sin Estado, ocupadas violentamente, sin posibilidad de decidir nuestro futuro. En definitiva, cinco siglos conquistados. En estos cinco siglos han querido someternos, han intentado borrar nuestra identidad y ocultar qué fuimos y qué somos. Utilizaron la violencia, y siguen haciéndolo pero no han logrado conseguir sus objetivos ni lo lograrán. Recuperaremos nuestra memoria histórica y recuperaremos nuestra soberanía.


sábado, 23 de julio de 2016

Tarántula, tarantella y tarantismo

El ser humano, a lo largo de su historia evolutiva y con ayuda de las experiencias vividas y de la fantasía de su imaginación, ha creado alrededor de los arácnidos un sinnúmero de leyendas y supersticiones, algunas verdaderamente sorprendentes. Sin embargo, ninguna se compara en su fantasía con la de la tarántula, nombre que en la actualidad se usa para designar a unas arañas gigantes, de cuerpo pesado y muy peludo, movimientos torpes y lentos, muy frecuentes en todas las regiones calientes y templadas del continente americano y cuyas especies se agrupan en la familia Theraphosidae.


Sin embargo, esta denominación no es original de América, sino que fue importada por los conquistadores europeos. Al llegar éstos al Nuevo Continente y toparse con estas enormes arañas, fue tal el terror que les inspiraron, que las relacionaron con otras arañas muy temidas de su tierra natal, conocidas desde hace mucho con el nombre de tarántulas. El verdadero origen de este nombre se remonta varios siglos atrás, a una ciudad del sur de Italia llamada Tarento.


En la mitología popular mediterránea, tarántula y escorpión eran los arácnidos que más temor producían, llegando a considerárselos mortíferos pues la tarántula europea era la araña mas grande del continente. Sin embargo con la llegada a América de los europeos se empezó a llamar tarántulas a las arañas que allí encontraron, de un tamaño muy superior y finalmente con el tiempo las tarántulas europeas perdieron su nombre original para pasar a llamarse Arañas Lobo.


Cuenta la leyenda que durante el verano, la estación del año en que abundan estas arañas, numerosas personas eran mordidas por ellas. En un principio apenas si sentían dolor, pero a medida que pasaban las horas empezaban a sentir un malestar cada vez más intenso, que acababa por volverse violento, con grandes dificultades para respirar y acompañado de convulsiones y desmayos. Poco después entraban en una especie de locura durante la cual lloraban, bailaban, gritaban, saltaban y se sacudían, haciendo gestos y ademanes grotescos, asumiendo las posturas más extravagantes. Si no eran atendidos con prontitud para liberarlos de este tormento, al cabo de algunos días podían morir. Si llegaban a sobrevivir, al volver la estación del año en que habían sido mordidos, adquirían nuevamente la locura. 


Existían diversos antídotos para este mal, pero el mejor de todos era la música. Al escucharla, la víctima empezaba a bailar, efectuando movimientos característicos que fueron conocidos como la danza de la tarántula o Tarantella. El individuo continuaba bailando mientras la música seguía sonando, hasta que comenzaba a sudar profusamente, con lo cual se salía el veneno del cuerpo. En seguida caía en un profundo sueño, del cual despertaba ya restablecido, aunque todavía débil. El baile duraba generalmente 3 o 4 días, con intervalos de descanso cada tres o cuatro horas. 


A esta serie de manifestaciones ocasionadas por la mordedura de la tarántula y que sólo se curaban con el baile, acompañado por la música adecuada, se le dio el nombre de tarantulismo, y es un hecho plenamente confirmado que, en determinado momento de la historia de la humanidad, cundió como una histeria colectiva por los países del sur de Europa. De acuerdo con el aracnólogo Theodore Savory (1977), el primer caso de tarantulismo se registró en 1370 en Tarento, Italia. De aquí se fue extendiendo por todo ese país y los circunvecinos, alcanzando su clímax alrededor de 1650, para después declinar y desaparecer a finales del siglo XVII. Sin embargo, durante el siglo XVIII volvió a aparecer en la Península Ibérica y este problema continuó manteniendo ocupados a los médicos durante gran parte del siglo XIX.


Lo cierto es que las personas que sufrían la mordedura de la tarántula eran los campesinos que habitaban las tierras más deprimidas y el tarantismo, como la mayor parte de los ritos de posesión, no era otra cosa que la expresión social y corporal de los excluidos, de los desheredados de la tierra, de los que no tenían otra cosa más que su cuerpo para expresar el remordimiento, el hastío, el dolor, la angustia y la amargura hacia un orden social establecido que los condenaba a la miseria.


Realizado bajo la supervisión científica del antropólogo Ernesto de Martino, y con los comentarios del poeta Salvatore Quasimodo, "La Taranta" puede ser considerado como el primer documento fílmico sobre el tarantulismo, dirigido por Gian Franco Mingozzi, uno de los más importantes y atentos documentalistas italianos que analizaron temáticas con un gran compromiso civil, social, cultural y antropológico. Tras haber recorrido a fondo las tierras del Salento durante los años '50 y '60, Mingozzi empezó a documentar este fascinante fenómeno socio-religioso de un mundo campesino donde las víctimas de la mordedura de la temida tarántula requerían un extenuante exorcismo ritual de danzas frenéticas, música y dolor



Aunque el documental de Mingozzi parezca reflejar sólo el significado social y religioso del tarantismo, una visión más atenta del mismo puede llegar a encontrar el valor intrínsecamente político de este fenómeno tan antiguo como revelador.


Fuente: Biblioteca Digital del ILCE


jueves, 21 de julio de 2016

Navarra 1512, conquista, ocupacion y sometimiento

Un día como hoy hace 508 años, por orden de Fernando el Falsario y dirigido por el Duque de Alba, el Ejército Castellano, junto con el traidor Conde de Lerín y sus beamonteses, entró a sangre y fuego en el Reino de Navarra con intención de invadirla . En la historia de la conquista relatada, se pone en boca del coronel Villalva la barbarie usada por el ejército invasor: “Hubo pueblos incendiados, huida de cientos de navarros, doncellas forzadas, confiscación de bienes, destierros, ejecuciones…” Se destruyeron los castillos, se nombraron a castellanos para cargos que correspondían sólo a los navarros. Los soldados se excedían en la codicia y los pueblos pagaban los gastos del ejército de ocupación como “gastos de guerra”.


Esos acontecimientos aceleraron un proceso que supuso el fin de la soberanía de todo un pueblo. Navarra era un país independiente, un país pequeño, pero estratégicamente anclado a ambos lados del Pirineo. Un país que existía mucho antes de la aparición de la propia Castilla y sus ansias de expansión. La represión tras la invasión fue cruel, se torturó, asesinó, se desposeyó de sus bienes a los defensores de Navarra. Se quiso borrar la identidad de nuestra tierra, sólo servían para dirigentes políticos o religiosos los extranjeros que miraban hacia Castilla. En muchos aspectos seguimos igual.


Conviene que los vascos no olvidemos jamás esta fecha pues muchos de nuestros problemas políticos a lo largo de la historia y en la actualidad parten de aquella tragedia acaecida el 21 de julio de 1512. Han transcurrido mas de 500 años y sin embargo la conquista del reino de Navarra en 1512 es un acontecimiento actual porque su significación está incorporada a nuestra realidad presente.


En los libros de historia españoles se enseña que Navarra se incorporó voluntaria y gustosamente a Castilla para iniciar el proyecto imperial español por eso hoy todavía hay mucho ignorante que piensa que España es una unidad de destino en lo universal, cuando no es más que un estado fallido, el residuo imperial de Castilla, y que tal y como en su día se expandió con la fuerza de las armas, un día se reducirá a su unidad natural por la fuerza de la razón, mientras los demás pueblos gritamos nuestro derecho a existir libremente.


Ilustraciones: Juan Luis Landa