sábado, 30 de abril de 2022

La roja enseña de la victoria



Hoy 30 de abril se conmemora el aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi. La imagen del izamiento de la bandera soviética sobre el el Reichstag es una de las imágenes mas importante del Siglo XX pues es el símbolo del fin del conflicto mas sangriento de la historia de la humanidad.


La prensa y los historiadores burgueses nos hablan de la Segunda Guerra Mundial como si ésta y todas las guerras, surgieran de forma espontánea. Tratan de eludir la responsabilidad que tuvo el capitalismo en el desencadenamiento de ella, que costó la vida a cerca de 60 millones de personas; y ocultan el aporte decisivo de la URSS en la derrota del fascismo.

Hitler no subió por sus propio medios al poder. El capitalismo alemán e internacional subsidiaron al Partido Nazi y financiaron la campaña electoral de Hitler: lo auparon al poder. Las potencias imperialistas, pasando por encima del Tratado de Versalles, permitieron el rearme alemán. Inglaterra y Francia entregaron a Hitler en 1938 primero Austria, y en la conferencia de Múnich, Checoslovaquia. A los países imperialistas les unía el anticomunismo y por tanto su intención era aniquilar al único país socialista: la Unión Soviética. Inglaterra, Francia y Estados Unidos querían que esta misión la cumpliese la Alemania nazi.

Nada más producirse la agresión alemana a la URSS, el gobierno soviético encabezado por Stalin no dudo en entregar armas al pueblo, en las fábricas y en el campo y fue la URSS con su Ejército Rojo quien aportó un sacrificio incomparablemente superior al realizado por los países aliados en la contienda, salvando así a la humanidad del fascismo, al precio de veinte millones de vidas. De éstas, más de la mitad fueron asesinadas en campos de exterminio, y más de cuatro millones de comunistas militantes soviéticos inmolaron su vida en defensa de la patria socialista.

La burguesía nos oculta que las dos guerras mundiales del siglo XX han sido obra del imperialismo, así como la guerra del Vietnam, la de Irak, la de Siria y la invasión de Afganistán y de Libia por la OTAN brazo armado del capitalismo, que no puede vivir sin guerras como bien demuestra la actual guerra de Ucrania.

martes, 26 de abril de 2022

85 años del bombardeo de Gernika. No olvidamos la barbarie fascista


Fue un día como el de hoy, de hace 85 años cuando sucedió la barbarie. Era lunes 26 de abril de 1937, apenas pasaban unos minutos de las cuatro de la tarde cuando las primeras bombas empezaron a silbar por el cielo de Gernika. Aviones alemanes de la Legión Cóndor junto con aviación italiana, ambos aliados del General Franco en su lucha contra la República, lanzaron durante tres horas sus explosivas cargas contra la indefensa población civil.


La gente se resguardaba donde podía, salía despavorida rumbo a los campos alejados de la ciudad, muchos acudieron a los refugios antiaéreos, construidos con acierto poco antes por el temor de correr la misma suerte que la vecina localidad de Durango (bombardeada el 31 de marzo y en donde murieron más de 300 personas), algo que en efecto sucedió.

En solo unas horas toda la ciudad había quedado reducida a cenizas, destrozada, humillada. Las bombas incendiarias no cesaron de caer sobre las impotentes gentes que se encontraban en Gernika, y tras el bombardeo, quedaba lo peor, ver como el fuego arrasaba con lo poco que quedaba en pie.

Se estima entre 150 y 250 el número de civiles muertos en el bombardeo. No fue una operación contra objetivos militares, no fue un ataque de ejército a ejército dentro de una guerra, este bombardeo, al igual que el de Durango, fue un ataque premeditado contra población civil indefensa y desarmada. Fue un campo de pruebas para la aviación alemana de cara a comprobar los efectos de su poderosa artillería para una futura guerra que estaba ya muy próxima. En definitiva, este bombardeo fue una matanza de inocentes, las bombas se lanzaban por igual contra mujeres, niños, ancianos y todo tipo de personas humildes, trabajadoras que estaban al margen del conflicto. Franco así lo quiso.

A partir de entonces Gernika no volvió a ser la misma, ya que aquella gran herida nunca llegó a curarse totalmente por que jamás se ha hecho plena justicia, ni con Gernika, ni con Durango, ni con todas las atrocidades perpetradas por el ejército sublevado del bando nacional.


Fuente: El azote del tirano