Quien haya tenido la oportunidad de leer el libro de George Orwell, "1984", sabrá que 'neolengua' es un concepto literario que se interpretaba como expresiones que se usan para disfrazar el significado de las cosas. Una muestra de ello es llamar "externalización de servicios" a la privatización los servicios públicos, "flexibilización del mercado laboral" al abaratamiento del despido...etc
Y la oposición venezolana ¿que eufemismos usa para denominar al "Golpe de Estado"? No usan eufemismos, tienen tal desfachatez que ni siquiera intentan utilizar una expresión para disfrazar sus intenciones. Quien haya seguido la actualidad venezolana durante durante esta última década habrá visto en los diferentes medios de comunicación privados, a múltiples personajes de la oposición asumiendo públicamente y con alegría que el intento del golpe de Estado del 2002 fue cosa de ellos, y advirtiendo que si una vez lo hicieron, pueden repetirlo.
Un ejemplo de ello fueron las declaraciones que la señora Amanda Gutiérrez hizo en el programa Chataing TV del 11 al 12 de febrero de 2014, transmitido en el canal privado Televen: "Se regó la bola de 'otra vez una marcha, ¿para qué?, con las marchas no se hace nada'. Yo les quiero recordar que una vez lo hicimos, el 11 de abril (de 2002). Que bueno, que no nos respondieron como tenían que hacerlo, ya es otra cosa. Pero si una vez lo hicimos, lo podemos volver a hacer...
Y la oposición venezolana ¿que eufemismos usa para denominar al "Golpe de Estado"? No usan eufemismos, tienen tal desfachatez que ni siquiera intentan utilizar una expresión para disfrazar sus intenciones. Quien haya seguido la actualidad venezolana durante durante esta última década habrá visto en los diferentes medios de comunicación privados, a múltiples personajes de la oposición asumiendo públicamente y con alegría que el intento del golpe de Estado del 2002 fue cosa de ellos, y advirtiendo que si una vez lo hicieron, pueden repetirlo.
Un ejemplo de ello fueron las declaraciones que la señora Amanda Gutiérrez hizo en el programa Chataing TV del 11 al 12 de febrero de 2014, transmitido en el canal privado Televen: "Se regó la bola de 'otra vez una marcha, ¿para qué?, con las marchas no se hace nada'. Yo les quiero recordar que una vez lo hicimos, el 11 de abril (de 2002). Que bueno, que no nos respondieron como tenían que hacerlo, ya es otra cosa. Pero si una vez lo hicimos, lo podemos volver a hacer...
Quiero recordar que en el intento de Golpe de Estrado del 2002 la oposición utilizó a la gente que había acudido a su convocatoria como carne de cañón, enardeciendo a los concentrados para que acudieran en masa al palacio de Miraflores, y a la altura de Puente Llaguno, francotiradores que ellos mismos habían contratado, dispararon a quemarropa contra la manifestación provocando 19 muertos y mas de 100 heridos. Esa masacre se convirtió en el elemento clave en la justificación del golpe.
Mas cercano en el tiempo está ese "plan para derrocar a Maduro" bautizado por Leopoldo Lopez como "La Salida" que consistió en organizar las “guarimbas” que ocasionaron más de medio centenar de víctimas mortales y lograron paralizar la vida del país en el curso de los primeros meses del 2014. El llamado "preso político" por los lacayos del sistema y sus medios de comunicación, al igual que Amanda Gutierrez, no tuvo ningún reparo en promover dichas guarimbas, haciendo llamamientos públicos a utilizar mecanismos "no pacíficos" para derrocar al gobierno de Maduro.
Mas cercano en el tiempo está ese "plan para derrocar a Maduro" bautizado por Leopoldo Lopez como "La Salida" que consistió en organizar las “guarimbas” que ocasionaron más de medio centenar de víctimas mortales y lograron paralizar la vida del país en el curso de los primeros meses del 2014. El llamado "preso político" por los lacayos del sistema y sus medios de comunicación, al igual que Amanda Gutierrez, no tuvo ningún reparo en promover dichas guarimbas, haciendo llamamientos públicos a utilizar mecanismos "no pacíficos" para derrocar al gobierno de Maduro.
Hay una cita muy conocida del activista por los derechos de los afroamericanos, Malcolm X, que dice así: “Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido” y la "neolengua" que comentaba al comienzo de este texto juega aquí un papel fundamental. Así, los golpistas que promueven cambios de gobierno por cauces no demócráticos se convierten en "presos políticos", miembros de la oposición que están día si y día también en los medios de comunicación privados haciendo llamamientos al guarimbeo y a la intervención militar extranjera, "sufren censura", cuando el chavismo gana las elecciones es porque el CNI está comprado, en cambio cuando la MUD ganó las elecciones parlamentarias, el CNI funcionaba a la perfección y bueno, lo de reconocer como presidente de la república un tipo que se ha dado el cargo a si mismo... ¡En fin!
Después de haber visto como se gestó la invasión imperialista de Irak y de Libia para derrocar a sus gobiernos, a nadie le sorprendería que ocurra lo mismo en Venezuela, pero si alguien cree que derrocar por la fuerza al gobierno chavista para que gobierne la oposición va a ayudar a mejorar la vida de los venezolanos está muy equivocado. Los dirigentes de la oposición, pertenecen a esa oligarquía rentista que creció a la sombra de la industria petrolera y se robusteció con la renta producida por su exportación. Esa oligarquía excluyente y acaparadora de las divisas, que fue incapaz de generar industrias productivas, y se dedicó unicamente a vivir de los dólares derivados de la riqueza petrolera.
Si bien es verdad que la Revolución Bolivariana tampoco ha sido capaz de generar las industrias productivas suficientes para no tener que depender de la renta del petroleo y de las importaciones, gracias a los programas sociales que la revolución implementó, los venezolanos más pobres pudieron beneficiarse también de la riqueza petrolera del país.
Si este golpe sigue adelante y la oposición logra alcanzar sus objetivos, sabemos claramente cuáles serían las consecuencias: todos los logros de la revolución bolivariana serían destruidos, las misiones sociales abolidas, las empresas y latifundios expropiados serían devueltos a sus antiguos dueños, se aboliría la ley del trabajo permitiendo despidos masivos en las empresas estatales y privadas, se recortarían brutalmente o abolirían las pensiones de jubilación del estado, se recortaría el presupuesto de salud y educación y se establecería un régimen de asalto contra todos los derechos democráticos básicos. Si alguien lo duda, solo tiene que ver las medidas iniciales adoptadas por los gobiernos de la derecha que han llegado al poder en Argentina y Brasil. En Venezuela sería diez veces peor.
Después de haber visto como se gestó la invasión imperialista de Irak y de Libia para derrocar a sus gobiernos, a nadie le sorprendería que ocurra lo mismo en Venezuela, pero si alguien cree que derrocar por la fuerza al gobierno chavista para que gobierne la oposición va a ayudar a mejorar la vida de los venezolanos está muy equivocado. Los dirigentes de la oposición, pertenecen a esa oligarquía rentista que creció a la sombra de la industria petrolera y se robusteció con la renta producida por su exportación. Esa oligarquía excluyente y acaparadora de las divisas, que fue incapaz de generar industrias productivas, y se dedicó unicamente a vivir de los dólares derivados de la riqueza petrolera.
Si bien es verdad que la Revolución Bolivariana tampoco ha sido capaz de generar las industrias productivas suficientes para no tener que depender de la renta del petroleo y de las importaciones, gracias a los programas sociales que la revolución implementó, los venezolanos más pobres pudieron beneficiarse también de la riqueza petrolera del país.
Si este golpe sigue adelante y la oposición logra alcanzar sus objetivos, sabemos claramente cuáles serían las consecuencias: todos los logros de la revolución bolivariana serían destruidos, las misiones sociales abolidas, las empresas y latifundios expropiados serían devueltos a sus antiguos dueños, se aboliría la ley del trabajo permitiendo despidos masivos en las empresas estatales y privadas, se recortarían brutalmente o abolirían las pensiones de jubilación del estado, se recortaría el presupuesto de salud y educación y se establecería un régimen de asalto contra todos los derechos democráticos básicos. Si alguien lo duda, solo tiene que ver las medidas iniciales adoptadas por los gobiernos de la derecha que han llegado al poder en Argentina y Brasil. En Venezuela sería diez veces peor.
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