En estos momentos, en Estados Unidos hay temperaturas de -53 grados centígrados, mientras que en Australia alcanzan los 48 grados... son los promedios de bajas y altas de temperatura que se registran en Marte.
Caminar por las calles de las zonas este y medio-este de EEUU es adentrarse en un frigorífico sin salida. Incluso dentro de los coches la respiración se congela. En las zonas al refugio, el sonido del aire que se cuela por las ventanas recuerda que afuera hay una ola de aire ártico. El Servicio Meteorológico Nacional ha calificado las temperaturas de "potencialmente mortales". Ya han fallecido mas de veinte personas.
Por el contrario, en Australia el calor es tan extremo que las carreteras están literalmente derritiéndose, los murciélagos caen de los árboles, y más de un millón peces han muerto. Este escenario ha provocado destrucción de cultivos, incendios forestales que han obligado a la evacuación de centenares de personas y una alerta de que debido a una combinación de calor y luz, el aumento del nivel de ozono en los próximos días puede causar problemas respiratorios.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuestionaba a través de sus redes sociales la existencia del cambio climático con motivo de la ola de frío "¿Dónde está el calentamiento global? Vuelve por
favor, te necesitamos", se burlaba el inquilino de la Casa Blanca obviando que esa ola de frío que azota EEUU es a causa del calentamiento global, ya que a medida que el planeta se calienta, el clima se está volviendo más extremo.
La crisis climática está aquí, la pregunta es ¿haremos lo que se
necesita para abordarla?
No hay comentarios:
Publicar un comentario