jueves, 25 de diciembre de 2014

Solsticio de invierno y personajes navideños



La Navidad significa una ruptura en el tiempo, una evolución o una novedad cíclica y necesaria, incluso sin creencias de ningún tipo. Es una época que rompe la línea del tiempo anual y por estos motivos, desde tiempos muy remotos, posiblemente desde que el ser humano tuvo la capacidad de razonar, se han celebrado fiestas por estas fechas, siempre esta época del año fue motivo de celebraciones religiosas en las culturas europeas.

Una fecha imprescindible en todas las culturas, posiblemente determinada por el ciclo vital de la naturaleza, el solsticio de invierno, dar testimonio de una época del año, la celebración de la luz, antes de la inmersión en la oscuridad del invierno. De esa sensación surge la fiesta, la necesidad de alegría, la sensación de cambio, es la celebración del solsticio de invierno, de la luz antes de la oscuridad, del fin de un ciclo y comienzo de otro.


La Navidad es pues además de una celebración religiosa, una celebración de todos los espíritus, necesaria desde hace miles de años y grabada en el inconsciente colectivo de todas las culturas occidentales.

Es sorprendente ver como se asemejan todas la tradiciones navideñas europeas, aun teniendo cada una sus particularidades, cuando rascamos un poquito en ellas, sale a relucir su antiguo origen pagano y ese origen es casi siempre comun.

Leyendo en la wikipedia la historia del Caga Tió catalan podemos encontrar esto:

"El "tió" no era en principio otra cosa que el tronco que ardía en el hogar: el fuego a tierra. Un tronco que, al quemar, daba bienes tan preciosos como el calor y la luz, y que de forma simbólica ofrecia presentes a los de la casa: golosinas, barquillos, turrones. Aún podemos encontrar, en los pueblos, casas en las que el "tió" es un gran tronco que se pone a quemar en el fuego de tierra unos días antes de Navidad."


"A partir de ésta forma más primitiva el "tió" evoluciona: El "tió" es un tronco, elegido por los niños, se deviene mágicamente un ser que se debe de alimentar y que vive durante unos días en la cocina de la casa, que da sus regalos en Navidad y que después de quema."

Y leyendo al etnologo y antropólogo vasco Jose Mari Satrustegui en su artículo "El fuego de Nochebuena" podemos encontrar esto:

"El folclore de Navidad conjuga el misterio de Belén con antiguos ritos solsticiales perfectamente asimilados en la tradición cristiana de la fiesta. Una de las manifestaciones más representativas de la navidad vasca es laque cada familia se encargaba de preparar ya en otoño, al hacer acopio de leña para el hogar" del tronco de Navidad.


"El tronco de Navidad recibe el nombre de Olentzero en algunas localidades, en tanto que otros identifican este nombre con el ciclo de Navidad. La figura obesa que actualmente recorre las cercas rurales y calles urbanas es la personificación de una rica simbología que sólo conserva ya la huella erosionada de sus señas de identidad. Su relación con el fuego queda asociada a la bajada por la chimenea, al aguinaldo de nueces, castañas, higos secos y otros frutos con los que obsequiaba por el mismo conducto a los pequeños de la casa"

Las tradiciones populares encierran un rico legado escrito en clave críptica de antiguas culturas.

JAI ZORIONTSUAK!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario