Hoy 2 de febrero es el día de la "Candelaria" y mañana 3 de febrero será "San Blas"
A  menudo mantenemos la costumbre de celebrar durante el año 
ciertas    fiestas, asociándolas vagamente con distintos conceptos y 
practicando    ciertos ritos y costumbres, la mayoría de los cuales 
carecen ya de    sentido para nosotros o han sido vagamente disfrazados 
   con explicaciones confusas o propias de una tradición que no es 
aquélla    en la que nacieron.
De  hecho, los festivales 
anuales forman parte de nuestra cultura y  los  hemos asumido como 
partes integrantes del culto cristiano,  añadiendo  incluso, en ellos, 
la celebración de alguna festividad del  santoral. Lo  cierto es que 
nuestras fiestas fundamentales poseen un  origen muy  anterior al 
nacimiento del cristianismo y, sus significados  se asocian  
preferentemente con las antiguas corrientes de veneración a  los Dioses 
 de la naturaleza y a las fuerzas de la vida, de las cosechas  y de la  
fertilidad.
La Candelaria es la cristianización de una fiesta pagana muy 
anterior   cuyo significado esencial era el de "Fiesta de la 
Purificación". Entre   los romanos esta festividad adoptó una variante 
que hizo que se la   conociera como Lupercalia o “Fiesta del Dios Pan”.
Singularmente,
 los primeros días del mes de febrero han vivido en  la  cultura 
tradicional momentos de especial relevancia y significación.  En  torno 
al mecenazgo de San Blas y bajo los auspicios de la  Candelaria han  
sobrevivido hasta hoy un buen número de costumbres  rituales que  
comparten con el carnaval la preocupación de la  purificación y  
protección unida al presagio o pronóstico climático.
El 
análisis de la fase lunar en estas fechas permitía  al  hombre primitivo
 medir la distancia a la esperada luna llena  vernal. De  aquí el 
carácter augural de estos dos días en la tradición  campesina.  Son 
conocidos y recordados numerosos refranes propios de la  Candelaria: "Kandelero bero, negua heldu da gero, kandelero hotz negua joan da motz" , "Kandelarioz elurra, joan da neguaren bildurra; kandelarioz eguzki, negua dago aurreti", "Ganderailu hotz, negua iraganik botz; ganderailu bero, negua gero" , "Ganderailuz bero, negua Bazkoz gero". También San Blas participa de esta propiedad "Por San Blas la cigüeña verás; y si no la vieres, año de nieves".
En muchos otros pueblos europeos encontramos  rituales 
relacionados con  el fuego y la fertilidad de la tierras muy  similares a
 los nuestros. A  San Blas se le relaciona con el  oso, animal 
mítico que juega un papel  clave en el despertar de la  naturaleza en su
 cíclica regeneración. El vasco primitivo  habría celebrado 
ceremonias de carácter mágico  destinadas a provocar el  ansiado 
despertar de la naturaleza a la vida y  la fecundidad. El  oso 
de nuestras mascaradas y farsas carnavalescas  (Arizkun) es sacado  de 
su letargo invernal pues su despertar se vincula  al de la propia  
Naturaleza.
Toda Europa mantiene la creencia de 
que el 2 de febrero el oso sale  de la guarida en la que hiberna para 
observar las condiciones  climatológicas y astronómicas e intenta 
ajustar los calendarios solar y   lunar. Observa la luna y regula su 
conducta de acuerdo con la fase del   astro. Si hay luna llena 
el oso vuelve a su guarida pues el fin  del invierno tardará cuarenta 
días más, si no hay luna llena el oso  sale de su guarida pues el 
invierno esta a punto de acabar por eso hay un refrán que dice : “ Por la Candelaria el invierno se apacigua o retoma rabia”.
Fuente: Francisco Tiberio (euskonews)
Fuente: Francisco Tiberio (euskonews)


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