martes, 20 de noviembre de 2012

Días de bronca

A menudo oye decir que la sociedad del siglo XXI es una sociedad que ha perdido sus valores, que está dominada por el vicio y que es agresiva y violenta, una violencia que se dispara los fines de semana por causa del alcohol y otras substancias. Se dice los jóvenes del botellón son guarros, borrachos y ruidosos y que allá donde se juntan para beber hay desfases y peleas. Veamos como se comportaban los fines de semana sus abuelos....


En el Bilbao del novecientos, los sábados eran los días de la mendicidad y las mozkorras y los domingos en cambio se destinaban a grescas y broncas. Las gacetillas de la época recogen estas tres actividades en noticias como esta que cito de memoria, porque la he leído muchas veces: «Ayer como sábado, fueron detenidos y conducidos a la Prevención gran número de personas que se dedicaban a la mendicidad por las habitaciones. (La palabra habitación en aquellos años se refería a las viviendas)». 


En cuanto a las borracheras sabatinas (los sábados se cobraba el salario semanal), basta decir que el Ayuntamiento llegó a crear un servicio de recogida de borrachines. Para ello se habilitó un carro cerrado tirado por dos mulas, que recorría cada sábado de madrugada el Bilbao de la época. Este vehículo fue bautizado como 'el carrito de los curdas'. 


En cambio los domingos, una vez dormida la cogorza, los bilbaínos se debían sentir más bien peleones y el día festivo lo dedicaban muchos de aquellos convecinos nuestros a armar broncas y camorras, ya fueran conyugales, vecinales o tabernarias. La sección de gacetillas llegaba a veces a reunir estos sucesos bajo un epígrafe que decía 'Las riñas de ayer'.


La gacetilla que voy a copiarles es suficientemente expresiva para señalar el día que los bilbaínos y bilbaínas levantiscos dedicaban a este tipo de actividades agresivas. La noticia publicada el 17 de julio de 1883 dice así: «Anteayer como domingo, no faltaron camorras y pendencias en nuestra villa, especialmente en los barrios extremos, donde todos los agentes de la autoridad eran pocos para dirimir cuestiones y poner coto a los escándalos y desmanes que se cometieron, siendo el resultado de todo ello, el que algunas personas hayan sido 'hospedadas' en la casa-galera y cuarto de retención y otras llevadas al Hospital Civil a curarse de las lesiones recibidas. 


Pero había algunas que por su especial talante, llegaban a visitar los dos recintos, prevención y casa-galera, uno detrás de otro....

Fuente: "De cuando en cuando" by Olmo.

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