miércoles, 25 de julio de 2018

25 de julio, las tropas castellanas conquistan Iruña a sangre y fuego




En julio de 1512, Fernando el Falsario envió al duque de Alba hacia Pamplona acompañado de un ejército dotado de abundante artillería y 16.000 soldados. El 25 de julio los invasores llegaron pronto a los alrededores de la capital la cual, con escasa capacidad defensiva, veía con estupor y congoja el mayor ejército nunca antes contemplado cercando la ciudad. Las tropas castellanas circundaban los barrios de la Merced, San Francisco, y diseminaban sus campamentos hasta los confines de la Taconera.


Pamplona intentó ganar tiempo e incluso pretendió pactar condiciones para preservar las libertades de las que habían gozado hasta ese momento. La respuesta que recibieron del jefe de las tropas castellanas, el Duque de Alba, es una de las expresiones más clarificadoras de la verdadera naturaleza de la conquista de Navarra:

“No son los vencidos quienes imponen leyes a los vencedores, sino que las reciben de éstos. Marchad pues y comunicad a vuestros convecinos que, o se entreguen sin condición alguna, poniendo en mis manos todos los bienes eclesiásticos y públicos, o si no les placen estas condiciones, sepan que han de pasar por todo lo que acontece en el asedio de las ciudades: matanzas, sin respetar edad ni sexo; incendio de las haciendas, tanto eclesiásticas como privadas, y saqueo de toda clase bienes.”

A Pamplona no les quedó más alternativa que tragarse su orgullo, su impotencia y su humillación y hubo de capitular, así, el 25 de julio de 1512, fiesta católica de Santiago, las tropas castellanas entraron en la ciudad con alarde de su potencia militar y altanería colonialista. Y con la espada, la cruz, en una invasión que, desde un primer momento, adquirió naturaleza de Cruzada.

El proceso de aculturación que hoy sufrimos es fruto directo de esa situación de sometimiento, proceso que nos empuja y obliga a abrazar una cultura impuesta. Al borrarse nuestra memoria histórica, muchos ciudadanos vascos han dejado de sentir como suya la historia de Navarra.

Hoy, 25 de julio de 2020 se cumplen 508 años. Cinco siglos desde que fuimos invadidos por las tropas españolas. 508 años sin libertad, sin Estado, ocupadas violentamente, sin posibilidad de decidir nuestro futuro. En definitiva, cinco siglos conquistados. En estos cinco siglos han querido someternos, han intentado borrar nuestra identidad y ocultar qué fuimos y qué somos. Utilizaron la violencia, y siguen haciéndolo pero no han logrado conseguir sus objetivos ni lo lograrán. Recuperaremos nuestra memoria histórica y recuperaremos nuestra soberanía.

domingo, 15 de julio de 2018

Garzón cierra Egin



Esta pasada madrugada se han cumplido 20 años desde que, bajo el pomposo nombre de «Operación persiana», Baltasar Garzón enviara a cientos de policías a cerrar «Egin» y Egin Irratia.

En la noche del 14 al 15 de julio de 1998, secundado por cientos de policías españoles y encaramado a la estrategia del «todos a la cárcel» lanzada por el Gobierno de José María Aznar, Baltasar Garzón echó el cierre a “Egin” y Egin Irratia también hizo todo lo posible por hundirlos definitivamente e hipotecó la vida de muchas personas relacionadas con aquel proyecto periodístico nacido de la sociedad vasca dos décadas antes.

Fueron casi 21 años de vida intensa y singular. El propio nacimiento de «Egin» en 1977 marcó una pauta hasta entonces desconocida: cerca de 40.000 personas aportaron de su bolsillo una cantidad económica para poner en marcha un nuevo periódico que atendiera a las necesidades informativas y a las aspiraciones colectivas en el panorama político que se abría tras la muerte del dictador Franco.

Su audaz apuesta llevó al ámbito de la comunicación la voz de sectores sociales que nunca habían tenido un sitio en la prensa. «La voz de los sin voz», resumió el propio diario. Pronto conquistó el prestigio y el respaldo que le otorgaban sus lectores cada mañana en los kioscos. En el momento del cierre decretado por Garzón, Egin vendía 52.311 ejemplares diarios, según OJD, contaba con 210 trabajadores y disponía de una sede central en Hernani y delegaciones en Gasteiz, Iruña y Bilbao.

Como se demostró aquel día, en España se puede cerrar un medio de comunicación por las bravas. Las justificaciones judiciales vienen después. En este caso, llegaron pasados 9 años cuando el juicio llamado 18/98 condenó a 13 personas relacionadas con el diario. En la sentencia, sin embargo, ni se menciona el periódico, ni su supuesta actividad delictiva.

El día del cierre de Egin, Jose María Aznar se encontraba de visita oficial en Turquía y, cuando en una rueda de prensa un periodista le pregunto sobre lo ocurrido, respondió: "¿Creían ustedes que no nos íbamos a atrever?" y Mayor Oreja dijo "podrán sacar un panfleto pero no un periódico". Sin embargo nada mas ser clausurado Egin se sacó Euskadi Información y luego GARA ¿Acaso creían ellos que no nos íbamos a atrever?