viernes, 21 de septiembre de 2018

Pintada faxistak agertu dira Barakaldon





Barakaldo eraso faxista bat pairatu du gaur gauean. Herriko taberna, gaztetxe, batzoki, metro geltokian eta hainbat tokitan pintada faxistak agertu dira Ez dugu inolako erasorik onartuko! Erasoak eraso, antolakuntza eta borroka! Aurrean izango gaituzue







miércoles, 25 de julio de 2018

25 de julio, las tropas castellanas conquistan Iruña a sangre y fuego




En julio de 1512, Fernando el Falsario envió al duque de Alba hacia Pamplona acompañado de un ejército dotado de abundante artillería y 16.000 soldados. El 25 de julio los invasores llegaron pronto a los alrededores de la capital la cual, con escasa capacidad defensiva, veía con estupor y congoja el mayor ejército nunca antes contemplado cercando la ciudad. Las tropas castellanas circundaban los barrios de la Merced, San Francisco, y diseminaban sus campamentos hasta los confines de la Taconera.


Pamplona intentó ganar tiempo e incluso pretendió pactar condiciones para preservar las libertades de las que habían gozado hasta ese momento. La respuesta que recibieron del jefe de las tropas castellanas, el Duque de Alba, es una de las expresiones más clarificadoras de la verdadera naturaleza de la conquista de Navarra:

“No son los vencidos quienes imponen leyes a los vencedores, sino que las reciben de éstos. Marchad pues y comunicad a vuestros convecinos que, o se entreguen sin condición alguna, poniendo en mis manos todos los bienes eclesiásticos y públicos, o si no les placen estas condiciones, sepan que han de pasar por todo lo que acontece en el asedio de las ciudades: matanzas, sin respetar edad ni sexo; incendio de las haciendas, tanto eclesiásticas como privadas, y saqueo de toda clase bienes.”

A Pamplona no les quedó más alternativa que tragarse su orgullo, su impotencia y su humillación y hubo de capitular, así, el 25 de julio de 1512, fiesta católica de Santiago, las tropas castellanas entraron en la ciudad con alarde de su potencia militar y altanería colonialista. Y con la espada, la cruz, en una invasión que, desde un primer momento, adquirió naturaleza de Cruzada.

El proceso de aculturación que hoy sufrimos es fruto directo de esa situación de sometimiento, proceso que nos empuja y obliga a abrazar una cultura impuesta. Al borrarse nuestra memoria histórica, muchos ciudadanos vascos han dejado de sentir como suya la historia de Navarra.

Hoy, 25 de julio de 2020 se cumplen 508 años. Cinco siglos desde que fuimos invadidos por las tropas españolas. 508 años sin libertad, sin Estado, ocupadas violentamente, sin posibilidad de decidir nuestro futuro. En definitiva, cinco siglos conquistados. En estos cinco siglos han querido someternos, han intentado borrar nuestra identidad y ocultar qué fuimos y qué somos. Utilizaron la violencia, y siguen haciéndolo pero no han logrado conseguir sus objetivos ni lo lograrán. Recuperaremos nuestra memoria histórica y recuperaremos nuestra soberanía.

domingo, 15 de julio de 2018

Garzón cierra Egin



Esta pasada madrugada se han cumplido 20 años desde que, bajo el pomposo nombre de «Operación persiana», Baltasar Garzón enviara a cientos de policías a cerrar «Egin» y Egin Irratia.

En la noche del 14 al 15 de julio de 1998, secundado por cientos de policías españoles y encaramado a la estrategia del «todos a la cárcel» lanzada por el Gobierno de José María Aznar, Baltasar Garzón echó el cierre a “Egin” y Egin Irratia también hizo todo lo posible por hundirlos definitivamente e hipotecó la vida de muchas personas relacionadas con aquel proyecto periodístico nacido de la sociedad vasca dos décadas antes.

Fueron casi 21 años de vida intensa y singular. El propio nacimiento de «Egin» en 1977 marcó una pauta hasta entonces desconocida: cerca de 40.000 personas aportaron de su bolsillo una cantidad económica para poner en marcha un nuevo periódico que atendiera a las necesidades informativas y a las aspiraciones colectivas en el panorama político que se abría tras la muerte del dictador Franco.

Su audaz apuesta llevó al ámbito de la comunicación la voz de sectores sociales que nunca habían tenido un sitio en la prensa. «La voz de los sin voz», resumió el propio diario. Pronto conquistó el prestigio y el respaldo que le otorgaban sus lectores cada mañana en los kioscos. En el momento del cierre decretado por Garzón, Egin vendía 52.311 ejemplares diarios, según OJD, contaba con 210 trabajadores y disponía de una sede central en Hernani y delegaciones en Gasteiz, Iruña y Bilbao.

Como se demostró aquel día, en España se puede cerrar un medio de comunicación por las bravas. Las justificaciones judiciales vienen después. En este caso, llegaron pasados 9 años cuando el juicio llamado 18/98 condenó a 13 personas relacionadas con el diario. En la sentencia, sin embargo, ni se menciona el periódico, ni su supuesta actividad delictiva.

El día del cierre de Egin, Jose María Aznar se encontraba de visita oficial en Turquía y, cuando en una rueda de prensa un periodista le pregunto sobre lo ocurrido, respondió: "¿Creían ustedes que no nos íbamos a atrever?" y Mayor Oreja dijo "podrán sacar un panfleto pero no un periódico". Sin embargo nada mas ser clausurado Egin se sacó Euskadi Información y luego GARA ¿Acaso creían ellos que no nos íbamos a atrever?

miércoles, 27 de junio de 2018

El día en que se desató el motín del acorazado Potemkin


El 27 de junio de 1905 ocurrió el famoso motín del acorazado Potemkin (buque de guerra de gran tonelaje) de la Flota del Mar Negro de la Armada Imperial Rusa. El buque se hizo famoso por la sublevación de su tripulación contra sus opresivos oficiales.


La chispa que hizo estallar el motín fue iniciada por el infante de marina Ippolit Guiliarovsky, quien amenazó con tomar represalias contra varios miembros de la tripulación que se negaban a comer carne parcialmente podrida e infestada de gusanos, traída por el buque torpedero Ismaíl. 


Al parecer Guiliarovsky reunió a dichos marineros en una zona en cuyo suelo se había extendido una lona impermeable, y donde esperaban varios infantes de marina armados. Los marineros asumieron que iba a celebrarse una ejecución en grupo y se abalanzaron sobre los infantes desencadenando así el conflicto armado entre de oficiales y marinos de guerra. 


El Potemkin llegó al puerto de Odesa ondeando una bandera roja. La ciudad estaba detenida por una huelga general y la llegada del buque de guerra fue celebrada por los huelguista. Fue así como 12 años antes de la revolución, los rusos veían por primera vez una nave de la flota con una bandera roja en su mástil mayor.


En medio de la huelga y ante la llegada de tropas zaristas, el Potemkin realizó un par de disparos de sus cañones contra edificios militares y luego dejó el puerto.  La tripulación efectuó varios llamados a diferentes países para se sumaran a su cruzada contra del régimen zarista, pero no recibió apoyo. 


Desesperados ante la falta de provisiones y combustible, intentaron recalar en puertos rumanos y rusos, pero fueron repelidos. Ya sin más opciones, los marinos enfilaron a Rumania, donde entregaron la nave, que luego los rumanos devolverían a Rusia. De los marinos sublevados, la mayoría permaneció en Rumania, mientras que los que decidieron regresar a Rusia, fueron capturados y fusilados.


Al final, el motín de Potemkin no tuvo consecuencias mayores, pero tras el triunfo de la revolución bolchevique, el hecho se transformó en un ícono para la formación de la Unión Soviética. Años después, en 1925, el célebre director soviético Serguéi Eisenstein inmortalizó el motín en el film "El Acorazado Potemkin cuya secuencia principal “Las escaleras de Odessa” es mítica en la historia del cine"


jueves, 7 de junio de 2018

Txabi Etxebarrieta a 50 años de su caída en combate



Txabi Etxebarrieta nació en Bilbo el 14 de octubre de 1944, en el seno de una familia procedente de Ipazter y Lekeitio, por parte paterna, y del Valle de Aiara en Araba, por parte materna. Era el tercero de cuatro hermanos y en su infancia atravesó una terrible bronquitis cuyas secuelas, con ataques periódicos de asma y fiebre, sufrió y condicionó toda su vida. 

En 1962 ingresó en la Facultad de Ciencias Económicas licenciándose cinco años más tarde y especializándose en Informática. En 1967, Txabi presidió la V Asamblea de ETA, por elección casi unánime de sus miembros. Al término de su segunda parte fue elegido miembro del Comité Central y del Comité Ejecutivo de la organización armada. Había sido en esta Asamblea donde se dieron los primeros pasos cara a la elaboración de una Teoría Revolucionaria de ETA, en la que, entre otras aportaciones, Txabi Etxebarrieta acuñó el término Pueblo Trabajador Vasco (PTV).

El 7 de junio de 1968, Txabi murió por dos disparos de un guardia civil que le tenía retenido en un control en el barrio tolosarra de Olarrain. Horas antes Txabi Etxebarrieta e Iñaki Sarasketa se habían saltado un control a la altura de Aduna matando al agente Pardines. Txabi tenía 23 años e Iñaki 19. Fue el primer militante de ETA que ejecutó y el primero en morir asesinado. 


Para los suyos, Txabi Etxebarrieta fue un líder nato. Incluido para su hermano mayor, José Antonio, de cuya mano hizo toda su carrera política. El abogado escribió a su muerte que «su ausencia es un vacío que, sin vergüenza, sólo podemos llorar. Ciertamente -a pesar de sus aparentes pocos años- Txabi era un líder, y, lo que es más, era un líder simpático. No por cálculo o por querer hacerse agradable. Txabi era simpático porque era profunda, intensamente humano». 

A raíz de su muerte, el escultor Jorge Oteiza no ocultaría su conmoción por los hechos de Tolosa: «Sacrificado en Benta Haundi, el primero de nuestra última Resistencia», escribió. «Con la foto del periódico en las manos, lo veía nublado, diferente, no podía entender que lo habíamos perdido para siempre, que lo habíamos perdido todos. Cuando suba a Arantzazu el 1 de noviembre, tengo decidido que pondré en lo alto, en el regazo de la Madre, al Hijo muerto, mirando al cielo, gritando, hablando, no lo sé...».

Txabi Etxebarrieta es símbolo de toda una época histórica: los años sesenta y el nacionalismo revolucionario de ETA. Muerto a los 23 años, después de una corta pero intensa búsqueda de un sentido político para sus inquietudes, Txabi representa el paso gigantesco de toda una generación en este país. Etxebarrieta no solo se identificó con los ideales del independentismo vasco, enriquecidos con la doctrina de la nueva izquierda europea, sino que dio ejemplo y fe personal de ellos, llevando a la práctica militante la fuerza del compromiso y la entrega por la causa elegida.


Fuente: Archivos históricos del MLNV, Gara y Jose Mª Lorenzo Espinosa

jueves, 17 de mayo de 2018

Franja de Gaza: la cárcel al aire libre con la mayor densidad de población del mundo



Gaza es uno de los lugares con mayor densidad de población sobre el planeta. Casi dos millones de palestinos viven bajo el horror de un asedio israelí casi permanente que la convierte en la prisión a cielo abierto mas grande del mundo. Es un enorme guetto, con sólo cuarenta y tres kilómetros de largo y diez de ancho. La mayoría de sus habitantes son refugiados que han vivido en campos desde que fueron expulsados de Israel en 1948. Desde la segunda Intifada palestina, que comenzó en septiembre de 2000, ninguno de los cuarenta mil trabajadores de Gaza ha podido cruzar la frontera con Israel.


En Gaza, las cifras son impactantes: de los 1,8 millones de ciudadanos que se cuentan en la población total, casi un millón son niños. Cuatro de cada cinco familias no tienen una fuente de ingresos estable y siete de cada diez personas dependen de la asistencia humanitaria. Aislados del resto del mundo, los habitantes de Gaza tienen carencias de todo tipo: electricidad, agua, medicamentos y empleo. Sin embargo, lo que más necesitan es la esperanza de un mañana mejor.


La enumeración de acciones criminales por los Estados a lo largo de la Historia sería interminable, pero de entre todos, por su sadismo, reiteración, impunidad, maldad y desproporcionalidad, el Estado criminal de Israel es, sin duda ninguna, el que se lleva la palma del desprecio y condena más contumaz por parte de cualquiera que tenga un mínimo de sensatez y de sangre en las venas.


Israel es el único Estado del mundo que, incumpliendo la Resolución 242 de la ONU, no ha fijado sus límites fronterizos para legitimar así el robo constante de sus tierras a los palestinos a través de despiadadas y criminales “colonizaciones”, aun hoy en día, los sionistas siguen diciendo que la frontera de Israel está donde se encuentra el último kibutz y de hecho su superficie sigue creciendo y con cada nueva guerra contra sus vecinos árabes, Israel prosigue con esta lógica implacable: ocupar militarmente el espacio, desalojar por medio de la violencia a sus pobladores e, inmediatamente, anexionar el territorio al Estado para asentar nuevos colonos judíos.


Aunque los Estados cuentan siempre con la impunidad de sus desmanes, lo de Israel supera todos los límites por el descaro, prepotencia y desprecio con el que se muestran, sin el menor escrúpulo, ante la comunidad internacional, asesinando a discreción a civiles de cualquier condición, bombardeando hospitales, amenazando y asesinando periodistas y activistas de ONG como la Cruz o la Media Luna Roja, entre otras muchas y, sometiendo, desde hace ya doce años, al escaso territorio que todavía no le han robado al pueblo palestino a un bloqueo que repudia una conciencia mínimamente sana.


miércoles, 9 de mayo de 2018

9 de mayo: Hay que continuar la lucha contra la tiranía


"Attero Dominatus" del latín "Destruir a la tiranía", es una canción en inglés de la banda sueca "Sabaton" que relata el asalto final a Berlín por el ejército vencedor de la Segunda Guerra Mundial contra el fascismo, el Ejército Rojo. En el video se utilizan imágenes de la película soviética "Osvobozhdenie" ó "Liberación" (1970-1972), concretamente del episodio "La Batalla de Berlín".



Con motivo de la celebración del Día de la Victoria contra el Fascismo, el 9 de mayo, la canción nos debe servir para recordar que aquel día de 1945 no se logró, sin embargo, desinfectar del todo el mundo de este virus criminal porque, como nos recuerdan los poemas de Bertolt Brecht, para acabar con el fascismo es necesario terminar también con el capitalismo. Lamentablemente, aquella epidemia hoy sigue extendiéndose por el mundo.. 


La proclama que da nombre a esta canción que celebra el triunfo del comunismo frente a a la pseudodemocracia burguesa y al fascismo, las dos caras de la misma bestia criminal, ha de continuar como base para las nuevas generaciones (y también para los más veteranos) de la alerta contra el renacimiento y fortalecimiento en nuestros tiempos, sobre todo en la Unión Europea y Estados Unidos, pero también en el resto de potencias capitalistas del mundo, de la barbarie y los enemigos de la humanidad. 


El camino nos lo marcaron aquellos héroes, pero nosotros y nuestros hijos tenemos que continuar enarbolando la bandera roja que representa un mundo sin explotación, un mundo verdaderamente libre, hasta acabar de forma definitiva con la injusticia, la tiranía y el terror que la oligarquía, las multinacionales y todos aquellos que viven del trabajo de otros y del saqueo de los recursos ajenos representan.


lunes, 19 de marzo de 2018

La gran matanza de gatos






Armados con mangos de escobas, varillas de las prensas y otros instrumentos de trabajo, un grupo de hombres persiguieron a todos los gatos que pudieron encontrar en los techos y en las cercanías de la imprenta donde laboraban. Apalearon a cuanto felino les salió al paso y, a los que no mataron durante la persecución, los metieron en sacos para luego «someterlos a un juicio público» con guardias, un confesor y un verdugo. Después de declarar culpables a los animales y darles los «últimos sacramentos», los remataron en patíbulos improvisados.

Lo más relevante de todo esto no fue la crueldad ni la saña de quienes perpetraron esta matanza, sino el ánimo con que la realizaron: ahogados en risas y en un ambiente festivo que, meses más tarde, cuando en el taller querían divertirse un rato —o burlarse de sus patrones—, hacían representaciones paródicas de ese momento.

Por supuesto, a nosotros, lectores del siglo XXI este relato podrá producirnos todo, menos risa. Sin embargo aquí hay gato encerrado...

Empleados de imprenta

Durante la segunda mitad del siglo xvii, las grandes imprentas apoyadas por el gobierno eliminaron la mayoría de los talleres pequeños y una oligarquía de patrones controló la industria. Con esto, se deterioró la situación de los obreros, pues muchos deseaban aprender o practicar el oficio de impresor, pero cada vez menos lugares dónde encontrar trabajo.

Las condiciones de los aprendices eran infames: se levantaban antes del amanecer, todo el día los traían atareados mientras intentaban eludir los maltratos de los demás empleados y los insultos del dueño y sólo recibían como paga las sobras de la comida, que consistía en carne vieja y casi podrida, que hasta los gatos del patrón rechazaban con asco.

La situación del resto de los obreros no era muy distinta: eran despedidos con mucha frecuencia y sin remordimiento, sin importar que hubieran trabajado de forma diligente, tuvieran familia que mantener o se enfermaran: el exceso de empleados permitía que los patrones pudieran renovarlos con una frecuencia de hasta una semana. Llamaban "ancien" a quien cumplía un año en el trabajo.

Tampoco esto era gratuito: los empleados, apenas cobrado su sueldo, muchas veces desaparecían sin regresar siquiera por sus cosas, pues ya habían encontrado otro oficio, o preferían seguir probando suerte en otras ciudades.

Antes de la matanza

Según cuenta Nicolas Contant —autor del testimonio original—, los trabajadores, luego de una jornada agotadora y de una comida repugnante, lo único que esperaban con ansia era la hora del sueño. Sin embargo, sobre el sucio cobertizo en el que intentaban dormir todas las noches, se juntaba tal cantidad de gatos, cuyos maullidos y peleas los mantenían en vela.

Llegaron a la conclusión que su situación era injusta y buscaron una forma de que el patrón y su familia padecieran las mismas molestias. Entonces se les ocurrió que uno de los aprendices, que podía imitar a la perfección gestos de personas y sonidos de animales, caminara hasta el techo dónde dormían los patrones e imitara el escándalo de los gatos para no dejarlos dormir.

Después de varias noches de «concierto gatuno», los patrones pensaron que los gatos estaban embrujados y ordenaron a los empleados que se deshicieran de todos los que encontraran, salvo de Grise, la gata preferida de la esposa del patrón, y a quien le daban de comer aves asadas. Por supuesto, lo primero que hicieron los empleados fue buscar a Grise, matarla y esconderla bien.

La rebelión «simbólica»

En el momento de mayor festejo, mientras los empleados se regocijaban con la muerte y tortura de los animales, apareció la patrona, quien lanzó un grito aterrador porque pensó que su apreciada Grise se encontraba en el montículo de cadáveres.

De inmediato cuestionó a los empleados por su mascota y éstos, serios como la muerte, respondieron: «No, no, eso sería ofender a la casa, y la respetamos mucho». Por la magnitud del escándalo, no tardó en aparecer el dueño de la imprenta. Éste tampoco se escandalizó por la matanza, sino porque los empleados abandonaran sus puestos de trabajo.

Antes de que los propietarios siguieran con sus quejas y regaños, se dieron cuenta que estaban ante una rebelión «simbólica»: la matanza era un mensaje para ellos, una forma «sutil» de manifestar su descontento por el trato que recibían; pero sobre todo, una burla a la que no podían poner objeciones, porque, ¿no estaban ejecutando sus propias órdenes? Impotentes, los patrones dejaron que los empleados concluyeran su fiesta sangrienta.

Los impresores saben reír

Los obreros usaron los símbolos de su época para burlarse del dueño sin que éste pudiera tomar represalias: al matar a la gata preferida de la mujer, la «acusaron de bruja»; al «representar un juicio», demostraron conocer cómo funcionaba la ley y, al ejecutar la matanza, confirmaron que sólo era cuestión de tiempo para que la inconformidad social pasara de matar animales a personas.

En el testimonio original, se lee: «Los impresores saben reír, es su única diversión». Y la risa de los empleados al cometer la matanza venía de una cultura carnavalesca a la que, sutilmente, podemos acercarnos por medio de los relatos de Rabelais, cuyos personajes también se divertían de forma agresiva y burda, y cuyo desparpajo no es sino el espíritu de un pueblo cuyo «escape» se convirtió en motín; como ocurrió el 18 de marzo de 1871, cuando París fue el principal escenario de una rebelión sin precedentes y en la que el pueblo se sintió más confiado que nunca para cambiar sus condiciones de vida por medio de un ritual de renovación, como lo es el sacrificio.

Fuente: Carlos Bautista Rojas en Algarabía